Un sujeto conocido como Calín hirió en las piernas con un arma blanca a su amigo de farra, luego de una acalorada discusión en el barrio Loma Verde, del municipio de Tipitapa, jurisdicción de Managua.
Pedro Pablo Aguilera López, de 42 años de edad, quedó tendido en el pavimento por más de treinta minutos, debido al estado de ebriedad y a las heridas no se podía levantar.
Miembros de la Dirección General de Bomberos le brindaron atención prehospitalaria a la víctima y lo trasladaron al hospital primario Yolanda Mayorga.
Una hermana de Aguilera dijo que pondría la denuncia en la delegación policial para que Calín pague por lo que hizo y evitar futuras rencillas. También dijo que ha aconsejado a su hermano para que deje de tomar porque el licor lo puede llevar a la muerte, pero este ha ignorado los consejos.
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Al lugar se presentaron agentes de seguridad pública del Distrito VIII de la Policía para capturar al victimario, quien después de cometer el delito huyó. Los agentes realizaron un rastreo por el sector en busca del agresor, sin resultados positivos.
Una hermana del herido afirmó que Calín es agresivo, toma licor y fuma marihuana, que es necesario que la Policía lo ponga tras las rejas.
Los pobladores del sector piden mayor presencia policial, aseguran que ya no soportan los gritos y obscenidad de los tomadores, la mayoría saca su miembro para orinar sin pudor ante las personas adultas y niños que transitan la calle principal del sector.
En contexto
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En una de las calles del bario Santa Ana, ubicado en Managua, fue capturado un sujeto de identidad desconocida, este fue golpeado por varias personas que lo encontraron tratando de abusar de una niña de catorce años.
El detenido al verse descubierto salió huyendo, pero no corrió tan largo, pues a unas cuadras de donde se habían dado los hechos fue capturado.
Testigos relatan la forma en la que sucedieron los hechos cuando pasaban por la zona de Santa Ana Sur. "Venía pasando en la moto cuando veo que la tiene agarrada de los brazos, pero creí que era algo de ella, suerte que me regresé porque escuché a la niña que se quejaba. Cuando yo me detengo el hombre le está agarrando los pechos y la niña ni pechos tiene, toda manoseada la tenía y hasta la lengua dentro de su boca y la menor quejándose, imaginate que la camisa toda estirada la tiene la pobre niña por ese hombre. Yo le pregunté todavía a la muchachita que si eran familia y me dijo: no, vea lo que me hizo", relataba Wilmer Quezada.
Posterior, Wilmer y un pariente de la menor que apareció le dieron persecución a este degenerado, avisando a los oficiales que pasaban por el sector y de inmediato procedieron con la búsqueda de este hombre. De no ser por la intervención de los uniformados, no se sabe que hubiera pasado con este hombre ya que estaban tomando la justicia por cuenta propia.
