El humo de segunda mano es peligroso. También es conocido como humo ambiental del tabaco, y es una combinación de la emanación proveniente de un cigarrillo encendido y del vapor exhalado por el fumador que se difunde hacia el espacio circundante. Así lo describe el doctor Steven Ames, de Psicología de Clínica Mayo en Jacksonville, Florida.
Ames subraya que este vapor contiene las mismas sustancias químicas tóxicas que los fumadores inhalan, tales como nicotina, monóxido de carbono, benceno, formaldehído, cianuro y una variedad de sustancias que producen cáncer. Pese a que los efectos de estas composiciones químicas son mayores cuando se absorben directamente del cigarrillo, no dejan de ser tóxicas para los que están alrededor del fumador.
Las partículas en el humo indirecto pueden permanecer en el aire por horas y el residuo que se adhiere al cabello del fumador, así como a la ropa y otras cosas, también plantea riesgos para la salud, especialmente en los niños. Ese residuo se conoce, a veces, como humo de tercera mano, aclara Ames.
Debido a que la inhalación pasiva del vapor es una mezcla dinámica que cambia a medida que se desplaza y se funde con el ambiente, es difícil cuantificar el riesgo. De manera general, ningún tipo de humo es seguro porque conlleva toxicidad inherente, así lo informa El Salvador.com
Ames subraya que existen pruebas que indican que la exposición de este tipo de vapor por vivir con un fumador aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en 20 o 30 por ciento. También incrementa el riesgo de padecer arteriopatía coronaria en 25 a 30 por ciento, y puede conducir a una variedad de riesgos médicos en los niños, así como en las mujeres embarazadas y sus bebés aún no nacidos.
Por su parte, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos registra que en los infantes que son fumadores involuntarios son comunes los ataques de asma más frecuentes y graves, la bronquitis y otros problemas respiratorios, además de las infecciones de oído.
Igual que con el tabaquismo activo, mientras mayor sea la exposición -y más tiempo dure- mayor será el riesgo de sufrir problemas de salud, especialmente enfermedades como cáncer de pulmón. Más aún, los síntomas de asma y arteriopatía coronaria pueden empeorar hasta con un tiempo corto de exposición, añade el médico de Clínica Mayo.
El desarrollo tecnológico actual tampoco es de ayuda en estos casos, pues las máquinas para limpiar el aire o los filtros no son eficaces para purificar el humo de segunda mano del aire, y la única manera de eliminar el riesgo de exposición es erradicar al tabaquismo.
Por ello, en los últimos años, las leyes para controlar el consumo de tabaco han aumentado mucho la cantidad de espacios públicos donde ahora no se permite fumar.
Dejar de fumar puede ser difícil para un fumador, pero es un paso importante. Si usted fuma, sepa que dejarlo mejorará no solamente su propia salud, sino también la de sus seres queridos. Si vive con un fumador, es fundamental que usted le brinde su apoyo total durante el proceso para dejar el cigarrillo o el tabaco, puntualiza el doctor Ames.