Katie Wright, es una joven de Texas que se ha convertido en noticia al publicar las fotos de como quedó su rostro tras reventarse una espinilla en la zona de la ceja. La muchacha (a la que puede verse en la foto) cuenta que sufrió una infección debido a que los utensilios de maquillaje no estaban suficientemente limpios, y la conclusión fue que el rostro se le hinchó de forma notable. Los médicos le trataron con antibióticos y, según el testimonio de la joven, le dijeron que de no haber actuado a tiempo, podría haber quedado incluso ciega. Pero, ¿puede ser esto verdad?
Para tratar de averiguarlo, en Quo nos pusimos en contacto con Paloma Borregón, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, quien nos explicó que (aunque no conoce en detalle el caso de la chica texana y, por tanto, no puede opinar sobre él) reventarse espinillas es algo que puede acarrear ciertos riesgos. "Cuando de pequeños nos decían que no nos tocásemos los granos, lo cierto es que tenían razón", nos cuenta. "La piel está llena de bacterias y al reventar un grano o una espinilla estamos provocando una pequeña herida, que para ellas es una vía de entrada".
Según la especialista, el peligro de que quede una pequeña cicatriz por reventarse los granos, está siempre latente. Pero el de sufrir una infección que tenga consecuencias más graves tampoco hay que desecharlo. "La zona más vulnerable es la que se encuentra entre los lados de la boca y el puente de la nariz", nos cuenta refiriéndose a un área del rostro que suele conocerse popularmente como el triángulo de la muerte.
"En esa zona", explica la especialista, "las vías de drenaje del rostro comunican directamente con el sistema nervioso, y una infección podría tener consecuencias muy graves. No es algo que suela ocurrir con frecuencia, pero ese peligro si que existe. Antiguamente, había gente que incluso fallecía por la infección de un absceso en esa zona, aunque hoy en día gracias a los antibióticos es muy difícil que llegue a suceder algo así".