Los ocho meses de embarazo de una joven de 20 años no fue el impedimento para que un despiadado sujeto de identidad desconocida le propinara 15 machetazos, uno de ellos le desprendió la mano izquierda y otros le dejaron totalmente desfigurado el rostro, hecho ocurrido el domingo en San José de Bocay, municipio de Jinotega, al norte de Nicaragua.
En el momento del terrible suceso la joven Marisol López se encontraba desgranando un quintal de maíz y a su lado se encontraba su hijo de tres años y su sobrina de cuatro, la cual la menor argumenta que al ver el sujeto propinarle los machetazos a su tía decidió tomar de la mano a su primo y llevárselo a un cuarto, para luego encerrarse con una tranca para que el sujeto no los perjudicara, quien gracias el rápido actuar de los vecinos cercanos que escucharon los gritos de la mujer se movilizaron hacia la casa y el sujeto al verlos huyó del lugar, antes que siguiera con el otro objetivo el cual eran los menores.
Según los pobladores el sujeto, que lograron ver antes que se desapareciera entre los matorrales, era un hombre de piel morena y portaba una sudadera color verde y además aseguran que jamás habían visto a ese sujeto en ese sector.
“Mi hija cuando llegamos la encontramos tirada con muchos machetazos, ensangrentada y los niños llorando, pero no sé quién haría tal barbaridad porque mi hija era una ama de casa y con nadie se metía. Y la verdad no sabemos quién habrá hecho esto”, argumentó la mamá de la víctima, María López.
Tras ocurrir este asesinato los familiares llamaron a las autoridades más cercanas, quienes al llamado se movilizaron con un grupo técnico a cargo del jefe de la delegación del municipio de Bocay, teniente Félix Hernández, para realizar dichas investigaciones en la cual se encontró una botella de licor que probablemente sea del autor y además aclararon que el único testigo es la menor de cuatros años de edad, por lo que buscarán cómo conseguir más pistas que sirvan para capturar al hombre desalmado.