Santo Domingo, 15 ago (EFE).- El sacerdote dominicano Elvin Taveras Durán, acusado de matar a un adolescente, ingresó hoy al penal donde cumplirá el año de prisión preventiva que le impuso un juez el pasado 10 de agosto.
Taveras Durán está acusado por el Ministerio Público de asesinar a Fernely Carrión, de 16 años, contra quien, según familiares del menor, cometía abuso sexual desde que este tenía 10 años.
El cadáver de Carrión apareció en un matorral el 7 de agosto, cuatro días después de haber salido a encontrarse con el religioso quien, supuestamente, le iba a entregar un dinero, de acuerdo con parientes del adolescente.
Al igual que durante la audiencia del jueves pasado, donde un tribunal dictó un año de prisión preventiva en su contra, el imputado rehusó hoy dar declaraciones a los medios a la entrada de la cárcel de Najayo (sur) y en ningún momento levantó la cabeza dentro del vehículo que le trasladó desde Santo Domingo.
El informe forense del caso precisa que el menor falleció a consecuencia de dos martillazos contundentes en la cabeza y heridas de arma blanca, según reveló el Ministerio Público.
Agregó, también, que según la investigación, tras ultimar al adolescente, el imputado trasladó el cadáver en un vehículo y lo lanzó en un matorral de Bayaguana, provincia Monte Plata, a unos 50 kilómetros al norte de Santo Domingo.
La Arquidiócesis de Santo Domingo anunció el pasado 8 de agosto la suspensión del ejercicio sacerdotal de Taveras Durán.
A la vez, manifestó su disposición "de colaborar con las investigaciones del caso y el proceso judicial que se derive del mismo" y pidió a las autoridades que, "basados en la verdad de los hechos, apliquen las sanciones previstas en el Código penal".
Según Freddy Carrión, padre del menor, el sacerdote "vivía dándole dinero" a Fernely, y reclamó "todo el peso de la ley" para el supuesto asesino de su hijo.
En declaraciones a periodistas, Freddy Carrión dijo que el religioso "se llenó de celos" porque el adolescente empezó a publicar fotos en las redes sociales con su novia. EFE
