El cambio de luna trae consigo a cientos de tortugas que arriban a las costas del Pacífico de Nicaragua, exactamente en el Refugio de Vida Silvestre Río Escalante Chacocente, en un tramo de aproximadamente dos kilómetros de playa.
Con la caída del sol, la arena comienza a llenarse de las tortugas provenientes de las profundidades del mar. La tortuga paslama es una de las tortugas marinas más pequeñas y que se encuentran en peligro de extinción. Para su conservación MARENA desarrolla la campaña ‘’Ayúdame a vivir’’, llevando un monitoreo continuo de la especie.
"La característica simbólica es que esta especie de la tortuga de paslama es que viene a anidar de forma de arribada, que es cuando miles de tortugas salen del mar de forma sincronizada a anidar a la misma vez a la playa", señala David Mayorga, coordinador del área.
La segunda arriba de paslamas en el mes de agosto inició el martes, la anidación puede dilatar de dos hasta cinco días, todo depende de la cantidad de tortugas que estén frente a la playa de anidación.
Se estima la llegada de unas siete mil tortugas en esta temporada.
"Nos dedicamos a conservar y proteger los huevos que dejó esa arribada para así poder producir una mayor cantidad de nacimientos y decir orgullosamente que liberamos miles de tortuguillos a la costa", indica Mayorga.
La juventud colabora con las autoridades para que la arribada sea todo un éxito, para ello se contabilizan las tortugas con pinturas blancas para identificar las que ya desovaron. Asimismo la Policía y el Ejército de Nicaragua está garantizando la seguridad para evitar el robo de los huevos.
La Costa del Pacífico de Nicaragua es un importante hábitat para la tortuga paslama, donde se ha logrado la conservación y protección de la especie impulsado viveros comunitarios y trabajando en conjunto con la población local, sensibilizándola para que no consuman huevos de tortugas.