Guatemala, 21 ago (ACAN-EFE).- El volcán de Fuego, ubicado a unos 50 kilómetros de la capital de Guatemala, experimentó hoy una disminución en su octava erupción del año, aunque persiste ceniza suspendida en el aire y dos flujos de lava que descienden del cráter.
Según un boletín especial emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), la actividad del cráter es principalmente de explosiones "débiles y moderadas" que levantan una columna de ceniza de 4.700 metros sobre el nivel del mar que se desplaza a una distancia de 20 kilómetros al oeste y suroeste.
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"Sin embargo aún existe ceniza en suspensión expulsada por los flujos piroclásticos y la erupción", advirtió el ente científico, que agrega que también continúan dos flujos de lava, uno de 1.600 metros en dirección a la barranca las cenizas y otro de 1.300 hacia barranca Seca, en Santa Teresa.
Los flujos piroclásticos en esta última barranca continuarán generando lahares moderados.
Aunque la erupción, que empezó el domingo, ha perdido energía, "existe la probabilidad de incrementarse nuevamente" y, por ende, pide a las agencias de turismo y a los turistas no permanecer ni acampar en el área, pues a todo esto hay que sumar la posibilidad de que caigan materiales "balísticos".
El volcán, de 3.763 metros de altura, está situado entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
Fuego y Santiaguito, junto al Pacaya, de unos 2.252 metros de altura y ubicado en el departamento de Escuintla, son los tres conos más activos de los 32 que tiene el país centroamericano.