Pamela Anderson pide el cierre de un parque marino en el sur de Francia

La actriz canadiense Pamela Anderson, famosa por su papel en la serie "Baywatch", pidió hoy el cierre del parque marino Marineland, en la localidad francesa de Antibes (sur), donde denunció el cautiverio que padecen los animales en esa instalación.

"La cautividad mata. Cerrad Marineland", señaló Anderson, de 50 años, en el cartel que llevaba junto al parque y que tenía las siglas de la asociación Gente para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) de Francia, de la que la actriz es miembro.

 

Anderson, "sex-symbol" de los años noventa, se dedica actualmente a la militancia y el activismo en varias áreas, entre ellas los derechos de los animales.

Marineland, situado en la Costa Azul francesa, organiza espectáculos con especies marinas como delfines, leones marinos y tiburones y tiene en cautividad otras como los osos polares.

Una nueva acción, y ya hemos perdido la cuenta, la protagonizada este martes por la actriz y activista de la asociación Peta Pamela Anderson. La estrella americocanadiense se plantó en la entrada del parque acuático Marineland en la localidad francesa de Antibes para pedir nuevamente "el fin de la captura y de la cautividad de los animales".  Entre ceja y ceja se ha propuesto cerrar los delfinarios.

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Anderson, que el pasado 1 de julio cumplió 50 años, ha señalado que quería "animar a la gente a no entrar en este tipo de parques, tanto Marineland como los Sea World de Estados Unidos". 

La actriz canadiense Pamela Anderson, pidió el martes el cierre del parque marino Marineland, en la localidad francesa de Antibes (sur), donde denunció el cautiverio que padecen los animales en esa instalación.

El parque ya ha sido blanco de las críticas de ambientalistas, que han denunciado maltrato animal.

El Ministerio de Medio Ambiente francés acaba de establecer que los parques acuáticos no podrán adquirir nuevos animales ni criarlos, sino solo mantener a los que tienen con unas normas más estrictas. Las organizaciones animalistas ven esta medida como el camino hacia el fin de los circos marinos.