Lisboa, 24 ago (EFE).- Casi 1.000 bomberos tratan hoy de controlar los incendios declarados en los municipios de Guarda y Oleiros, en el centro de Portugal, donde hay desplegados más de 280 vehículos terrestres y 17 medios aéreos.
Estos fuegos, que afectan a los distritos de Guarda y Castelo Branco, son los que más preocupan actualmente a las autoridades, que combaten nueve incendios activos en todo el país.
Según datos de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), hasta 567 bomberos tratan de controlar las llamas en Oleiros, apoyados por 171 vehículos terrestres y 12 aviones.
Es el fuego que más medios concentra, seguido del que afecta al término municipal de Guarda, donde hay 407 bomberos, 116 vehículos terrestres y 5 aéreos.
Además, hay al menos tres fuegos activos en el distrito de Viseu (centro), dos en Vila Real (norte), uno en Bragança (norte) y uno más en Castelo Branco.
Desde el pasado 1 de enero hasta el 21 de agosto, se han declarado en Portugal 11.537 fuegos de diferente importancia, que han arrasado 166.000 hectáreas, según la ANPC.
El incendio más importante del verano ocurrió el 17 de junio en Pedrógao Grande (centro), donde murieron 64 personas, más de 250 resultaron heridas y se quemaron 46.000 hectáreas.
Hoy la operadora Portugal Telecom (PT) negó ser responsable de los fallos achacados a la red de comunicación interna que usaron las autoridades durante ese fuego.
PT, en el punto de mira por prestar servicio al sistema interno de comunicación conocido como SIRESP, "ha cumplido y superado inequívocamente con todos los niveles contratados", aseguró en rueda de prensa el responsable tecnológico de la operadora, Alexandre Fonseca.
Agregó que las interrupciones en la comunicación, que según un informe preliminar del Gobierno perjudicaron la lucha contra las llamas en Pedrógão Grande, "no son fallos, sino incidencias excepcionales".
La operadora reaccionó así después de que el primer ministro portugués, António Costa, le señalase directamente en una entrevista en la que aseguró que "el colapso del SIRESP resultó del colapso de la red de la PT".
"Lo que falló fue que gran parte de aquella red se asienta sobre la red fija de PT; la red fija de PT se sustenta en cables aéreos que obviamente, en una zona forestal que está ardiendo, también arden. Y por lo tanto colapsan las comunicaciones", explicó Costa al semanario "Expresso".
Portugal Telecom indicó que en el incendio de Pedrógão Grande, el más mortífero de la historia de Portugal, ardieron "más de 500 kilómetros de cable, de cobre o de fibra óptica", a lo que se enfrentaron "más de 200 personas y 100 vehículos en el terreno" desplegados por PT, que permitieron, según la operadora, recuperar el 98 % de los servicios en cuatro días y medio.
De acuerdo con un informe preliminar sobre la gestión de ese fuego presentado este mes por la ministra de Administración Interna, Constança Urbano de Sousa, los fallos de comunicaciones durante la tragedia provocaron una grave descoordinación.
En concreto, estos problemas impidieron atender varias llamadas de socorro e hicieron que algunos miembros de Protección Civil actuasen prácticamente a ciegas y por iniciativa propia, al no poder recibir instrucciones del mando de control.