Bruselas, 27 ago (EFE).- Once refugiados de Irak e Irán, dos de ellos menores, fueron encontrados hoy por la policía holandesa cuando viajaban escondidos en un camión refrigerador que transportaba fruta en una autopista del sur del país.
Según el diario local Eindhovens Dagblad, en la cabina del camión viajaba un matrimonio portugués que solo supo que había personas en el interior cuando vieron por el retrovisor que alguien sacaba una bandera blanca desde el interior a través de un filtro del sistema de refrigeración.
Se desconoce cuántas horas llevaban escondidos los refugiados en el camión, que oficialmente transportaba un cargamento de mangos, y se dirigía a Reino Unido desde la ciudad francesa de Tours.
El conductor explicó que al percatarse de que algo extraño sucedía se detuvo en una gasolinera cercana y llamó a la policía, que abrió el camión y encontró a los refugiados, que recibieron asistencia médica allí mismo antes de ser derivados a los servicios de inmigración.
El transportista portugués y su mujer fueron interrogados por la policía, que no presentó cargos contra ellos y les dejó proseguir con el viaje.
En contexto
Un inmigrante, cuya nacionalidad no trascendió, murió el sábado electrocutado al esconderse de una revisión policial en el sistema eléctrico de un tren que pasaba por Cannes procedente de Vintimille (Italia), informó la prensa francesa.
Se trata del tercer inmigrante que es hallado muerto en la estación La Bocca de Niza en esas circunstancias en lo que va de 2017.
Debido al incremento de inmigrantes que han llegado a las costas italianas hasta julio de 2017 respecto al mismo periodo de 2016, un 20 % más, la frontera más meridional entre Italia y Francia se ha convertido en un notable punto de migración.
Los inmigrantes, de países como Eritrea, Afganistán o Sudán, buscan continuar la ruta hacia el norte o pedir asilo en la propia Francia y muchas veces se ven abocados a acudir al servicio de traficantes de personas.