La Casa Blanca anunció este lunes que el presidente estadounidense Donald Trump viajará el martes al estado de Texas para evaluar los daños del huracán Harvey, ahora convertido en tormenta tropical y responsable de catastróficas inundaciones.
"El presidente viajará a Texas el martes. Estamos coordinando la logística con las autoridades estatales y locales", indicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un breve comunicado.
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Sin embargo, Sanders se negó a dar detalles sobre las ciudades que visitará Trump y los encuentros que el presidente podría mantener con los servicios de emergencia y las autoridades estatales y municipales.
Por su parte, el mandatario aseguró que acudiría a Texas "en cuanto pueda".
I will be going to Texas as soon as that trip can be made without causing disruption. The focus must be life and safety.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 27, 2017
"Iré a Texas en cuanto el viaje pueda hacerse sin causar ningún trastorno. Lo más importante debe ser la vida y la seguridad", afirmó Trump, quien viaja acompañado con un gran dispositivo de seguridad.
Trump sostuvo este sábado que tratará de evitar los errores que cometió el presidente George W. Bush con el huracán Katrina en 2005, ya que, en ese momento, Bush fue criticado por la tardía respuesta que dio ante la devastación que dejó Katrina en Nueva Orleans (sur de Estados Unidos).
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Las autoridades explicaron que sería peligroso que los diques acumulen más allá de su capacidad, por lo que deberán abrir parcialmente las compuertas y el líquido bajará hacia la urbe. Los equipos de emergencia ya realizaron 2.000 rescates en la cuarta ciudad más grande de los Estados Unidos.
La devastación causada por la tormenta Harvey en Texas continuaría en los próximos días y la "catastrófica" inundación en Houston podría incluso aumentar con la mano del hombre, ya que las autoridades anunciaron que abrirán el paso del agua en dos diques que se acercaban al máximo de su capacidad.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que el pronóstico es que las inundaciones más graves se produzcan el miércoles y el jueves, aunque aún no hay certeza sobre la ruta que seguirá Harvey. Unas 30.000 personas tendrán que refugiarse en albergues, según cálculos de las autoridades.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, confirmó que las cisternas de Addicks y Barker deberán permitir el paso de una parte del agua contenida, lo que incrementará el caudal del río Buffalo Bayou y no permitiría que baje el nivel de las inundaciones.
