Hallan arsenal de fusiles en cárcel de pandilleros del Barrio 18 en Honduras

Decenas de fusiles, subametralladoras, pistolas y explosivos fueron descubiertos este martes por la policía de Honduras, en una cárcel en la que estaban presos integrantes de la pandilla Barrio 18, informó el gobierno.

 

La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) detalló que fueron decomisados 16 fusiles AK-47, cinco Galil, cinco M-16, diez subametralladoras, tres lanzagranadas, dos escopetas, 41 pistolas de distinto calibre, 16 granadas de fragmentación y otros 50 artefactos explosivos, entre otros pertrechos.

El hallazgo fue dado a conocer en una rueda de prensa con la presencia del presidente Juan Orlando Hernández, en la que mostraron el armamento.

Las armas se encontraron durante una operación emprendida por varias unidades de la policía y el ejército, en el edificio en el que habían estado recluidos pandilleros de Barrio 18 en la Penitenciaría Nacional de Támara, 20 km al norte de la capital.

Los pandilleros fueron trasladados hace unas semanas a dos nuevas cárceles conocidas como 'El Pozo I" en Ilama, departamento de Santa Bárbara (noroeste), y 'El Pozo II' en Morocelí, El Paraíso (oste).

Hernández destacó que las armas y los restos de cuatro persona localizados días atrás en el mismo edificio, "da la razón de que esta gente estaba en condiciones de poder enfrentar de manera violenta", y reaccionar a un traslado de reos o a cualquier otro tipo operación que la autoridad quisiera emprender.

El mandatario señaló que aunque "los traslados se han venido dando sin mayores reacciones violentas" los reos presos tenía intención de responder con las armas.

"Es categórico que las instalaciones del siglo pasado" que tienen las cárceles en Honduras "no pueden ser las mismas para combatir crimen en la actualidad", subrayó el presidente al reconocer que se requiere infraestructura, recursos tecnológicos y esquemas fuera del Instituto Peniteciario.

Hace cuatro años Honduras tenía alrededor de 13.500 reos en 24 cárceles pero el gobierno de Hernández, que asumió en enero del 2014, construyó celdas en instalaciones militares y policiales, así como las dos denominadas 'El Pozo', sin embargo la población penitenciaria ha subido a casi 19.000 presos.