Tres kamikazes atacaron este sábado una central eléctrica al norte de Bagdad, matando a siete personas, indicaron a la AFP responsables de los servicios de seguridad y un superviviente del ataque, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"A las 02H00 de la mañana (23H00 GMT del viernes), los disparos nos despertaron", contó a la AFP Abdel Salam Ahmed, un empleado de la central de Samarra, a unos 100 km al norte de Bagdad.
"Corrimos para escaparnos y nos topamos con uno [de los yihadistas]. Algunos de nosotros se escondieron y dos corrieron hacia la salida. Gritaron 'somos empleados' pero los yihadistas los abatieron", informó desde su cama del hospital donde es atendido de sus heridas de bala en las piernas.
Los tres kamikazes portaban cinturones de explosivos bajo "uniformes militares", indicó el general Qassem al Tamimi, jefe de las fuerzas de seguridad encargadas de la protección de las instalaciones eléctricas y petroleras.
Mataron a "siete personas e hirieron a otras 12", según un oficial de la policía que pidió el anonimato.
Un atacante logró detonar su cinturón mientras que los otros dos "fueron abatidos y los empleados evacuados", tras la intervención de las fuerzas de seguridad, acompañadas de una unidad paramilitar presente en los alrededores, indicó la misma fuente.
La central continuó en funcionamiento, precisó el general Tamimi.
En el recinto del edificio, las casetas prefabricadas de los empleados quedaron destrozadas por las explosiones y varios camiones cisterna sufrieron daños, constató un periodista de la AFP. Los restos de un kamikaze yacían en el suelo.
El ataque, que se produjo en el primer día de las celebraciones para los chiitas de Irak de la fiesta musulmana del Eid al Adha, fue reivindicado por el EI.
En 2014, el EI se apoderó durante una ofensiva de casi un tercio del territorio iraquí frente a las tropas en plena huida. Desde entonces ha retrocedido y ya solo posee dos reductos en el país.