Trípoli, 4 sep (EFE).- Al menos una mujer murió y su marido resultó herido al estallar una mina colocada en una calle del centro de la ciudad de Bengazi, escenario de cruentos combates desde mayo de 2014, informaron a Efe fuentes médicas.
Según un responsable del hospital de "Al Yalaa", la civil pereció cuando paseaba junto a su esposo por una zona bajo control de las fuerzas dirigidas por el mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este del país.
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Otros tres civiles resultaron heridos en una explosión similar ocurrido horas antes en el barrio de Al Sabri, escenarios de los combates más duros entre las fuerzas islamistas que controlaban la ciudad y las fuerzas de Hafter, que levantaron un cerco en mayo de 2014.
El mariscal, un antiguo miembro de la cúpula militar que encumbró a Muamar Gadafi y que años después, reclutado por la CIA, devino en su principal opositor desde el exilio en Virginia, declaró la ciudad liberada el pasado junio.
Según la Misión de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), un total de 21 civiles murieron durante el mes de agosto en Libia a causa de la guerra, tanto en combates como por explosión de artefactos o minas, cuatro de ellos en Bengazi.
Seis años después de la OTAN contribuyera a la caída de Al Gadafi, Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, en el que dos gobiernos se disputan el poder, uno en el oeste sostenido por la ONU y otro en Tobruk (este) bajo liderazgo de Hafter.
A ellos se suma la poderosa ciudad-estado de Misrata, principal puerto comercial del país, y decenas de grupos armados que todo tipo que cambian a menudo de alianzas.
La situación ha favorecido el desarrollo de mafias dedicadas tanto al contrabando de petróleo como de armas, drogas e incluso de personas.
También de grupos yihadistas y salafistas vinculados tanto al grupo takfirí Estado Islámico como a la Organización de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) y los tunecinos de Ansar al Sharia, que se extienden por todo el país.