Irma, el mayor huracán jamás formado en el Atlántico, ha llegado a Puerto Rico trayendo consigo lluvias torrenciales y fuertes vientos que han dejado a más de 600.000 personas sin electricidad, informa 'The Boston Globe'.
Las autoridades de la isla están prestando ayuda a los locales, así como a los Gobiernos de otras islas caribeñas afectadas por el paso del huracán de categoría 5, con vientos sostenidos de más de 295 kilómetros por hora.
Funcionarios de los servicios de emergencia de Puerto Rico informan que más de 50.000 personas se han quedado sin agua, mientras 14 hospitales han empezado a usar generadores tras el corte del suministro eléctrico. Árboles y postes de luz yacen en las carreteras arrancados por los vientos de fuerza desmesurada que trae consigo Irma.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., Puerto Rico no se ha visto sacudido por un huracán de magnitud parecida desde 1928. Ese año el huracán San Felipe mató a 2.748 personas en los territorios de Guadalupe, Puerto Rico y Florida.
La ONU advierte que desde 1970 se han cuadruplicado los desastres naturales
Juan Tosado, empleado de mantenimiento estatal, teme que Irma lo deje sin energía eléctrica durante tres meses, como ocurrió con en 1989 cuando el huracán Hugo mató a decenas de personas en Puerto Rico. "Espero lo mismo de este huracán. Va a ser malo", se lamenta el puertorriqueño a AP.
"Estoy en el huracán aquí, pero cuando llegue a casa estará allí el mismo huracán. Es una locura", comenta, por su parte, la turista Pauline Jackson, de Tampa (Florida, EE.UU.). Según ella, cuando uno vive en Florida "entiende qué es un huracán de categoría 5".
Irma ha tocado tierra en Puerto Rico tras dejar la isla caribeña de Barbuda casi completamente devastada. El 90% de todas las estructuras de su territorio ha quedado "totalmente destruido", según las autoridades de la isla, que durante 12 horas Barbuda se encontró en el ojo del huracán, completamente incomunicada y aislada del mundo.
Según las autoridades de Barbuda, la isla tardará meses, si no años, en reconstruir sus carreteras y comunicaciones. El primer ministro de Antigua & Barbuda, Gaston Browne, ha confirmado que el paso del huracán ha dejado un muerto en la isla de Barbuda. En Saint Martin, otra isla caribeña, al menos seis personas murieron debido al huracán.