LONDRES (AP) — La policía británica mantenía detenidos el lunes a dos sospechosos por un ataque en el metro de Londres mientras el servicio recuperaba la normalidad en la primera jornada laboral desde el incidente.
Las autoridades británicas bajaron el domingo el nivel de alerta terrorista de “crítico” a “severo”, lo que supone que un hipotético nuevo ataque no sería inminente. La policía pidió a los usuarios de transporte público que se mantengan vigilantes y que esperen mayor presencia de agentes armados por las calles de la capital británica.
Reino Unido rebaja nivel de alerta de amenaza terrorista
Por otra parte, imágenes tomadas por cámaras de seguridad a las que tuvo acceso la televisora británica ITV, que las emitió el domingo, parecieron mostrar a una persona caminando con una bolsa del supermercado Lidl por un suburbio de Londres antes del ataque del viernes por la mañana en la estación de metro Parsons Green. Treinta personas resultaron heridas en el incidente registrado en el suroeste de Londres.
Imágenes publicadas en redes sociales tras el ataque parecían mostrar cables saliendo de un recipiente en llamas que estaba dentro de una bolsa del supermercado depositada en el piso de un vagón del tren.
La bomba causó víctimas limitadas en el metro porque no estalló completamente, señalaron las autoridades.
Por el momento, la policía no presentó cargos contra los dos arrestados, dos hombres de 18 y 21 años que están siendo interrogados en una comisaría en el sur de Londres.
Uno de ellos fue detenido en la terminal de salidas de transbordadores del puerto de Dover, en el Canal de la Mancha, y el otro en el oeste de Londres. Ambas detenciones se realizaron bajo la Ley contra el Terrorismo.
La policía registró varias propiedades, incluyendo una casa del vecindario de Sunbury donde una pareja de ancianos actuó de familia de acogida para muchos niños durante décadas. Su labor en favor de los niños había sido reconocida por la reina Isabel II de Inglaterra.
Recientemente ayudaron a refugiados procedentes de zonas de conflicto, incluyendo Siria e Irak.
La mayoría de los heridos en la explosión del viernes en un tren de la línea District sufrieron quemaduras, mientras que otras lesiones se produjeron a consecuencia de los empellones y golpes por el pánico.
El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la autoría del ataque, pero autoridades británicas dicen que por el momento no hay pruebas de su implicación.