Este 21 de septiembre se conmemora 61 años del asesinato del poeta nicaragüense Rigoberto López Pérez, en tal sentido se realizaron diversas actividades tanto en su ciudad natal León, como en la capital de Nicaragua.
Pascual Rigoberto López Pérez nació el 13 de mayo de 1929 en León, a unos 90 kilómetros al occidente de Managua.
Rigoberto López Pérez fue quien el 21 de septiembre asesinó al dictador Anastasio Somoza García. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera.
Érase una vez un joven que amaba la libertad y la paz de su pequeño país, quien decidió ponerle fin físicamente al jefe de la dinastía somocista, todo ocurrió en la ciudad de León. El día en que Rigoberto López Pérez tomó esa decisión, se levantó muy tempranito, decidió ese día 21 de septiembre de 1956 quedarse todo el día con su mamá doña Soledad López, expresándole todo su amor, amor que era correspondido por su progenitora.
Rigoberto López Pérez, aquel muchacho de 28 años de edad, que primero aprendió a ser sastre y luego se dedicó a la escritura, su último día de vida, decidió leerle un poema a su mamá, "Confesión de un Soldado", luego se metió a su aposento, se cambió de ropa y se puso una camisa manga larga color blanca y un pantalón de gabardina color azul y se despidió de su mamá con un beso y abrazo.
Rigoberto ya había planificado visitar la Casa del Obrero en la ciudad universitaria a como se le conoce a León, se coló con un hermano de su novia que era periodista y decidió asistir a la fiesta en la que departia el más cruel de los Somozas, Anastasio Somoza García (Tacho), de 60 años de edad, fue un viernes por la noche.
Rigoberto, seguramente, nervioso, se le acercó a eso de las nueve de la noche a Somoza García y a pocos metros sacó su revólver Smith & Wesson, calibre 38, y apuntó en cuestión de segundos hacia la humanidad del principal personaje de la fiesta, hizo cinco detonaciones, cuatro de ellas impactaron en la humanidad del Presidente de Nicaragua, en ese mismo instante, aquél chavalo valiente, recibió una lluvia de balas que lo dejaron inerte en el suelo, muriendo en el lugar. Según se cree, recibió 54 impactos de bala que le desfiguraron su cuerpo.
Al poco tiempo después, su mamá, dijo que su hijo quería morir con la bandera de Nicaragua, azul y blanco en su cuerpo.
Rigoberto López Pérez había planificado ajusticiar a Somoza García un 14 de septiembre, cuando Nicaragua conmemoraba los cien años de la Batalla de San Jacinto, pero una amiga que lo acompañaba se atemorizó y todo quedó en planes.
Su legado
Al conmemorarse 61 años de su asesinato, miembros de la Juventud Sandinista, Federación de Estudiantes de Secundaria y los alumnos del Instituto Público Rigoberto López Pérez de Managua, depositaron ofrenda floral en el monumento que se levantó en esta capital,.
Milton Ruiz, coordinador de la juventud, dijo que esa lucha de amor por su patria, es recogida por cada una de las personas que están comprometidas en cuidar la paz y democracia que vive el país.
"Hoy estamos recordando a este héroe nacional que ofrendó su vida para que todos viviéramos en paz", manifestó este líder de la juventud nicaragüense.