Los Steelers cumplieron el domingo con algo que se ha convertido en una indeseable tradición. Volvieron a caer ante un equipo a quien nadie daba probabilidad alguna de ganar.
Jordan Howard anotó en la prórroga, mediante un acarreo de 19 yardas, y los Bears de Chicago se impusieron sorpresivamente el domingo por 23-17 sobre Pittsburgh, que marchaba invictos.
“Enfrentamos hoy muchas adversidades, pero la mayoría fueron por nuestra propia culpa”, lamentó el entrenador Mike Tomlin. “Hay que darles a ellos algo de mérito. Hicieron un gran trabajo hoy, particularmente para acarrear el balón. Pero esto es inaceptable para nosotros. Hay que absorber los aspectos negativos de esto. Nos merecíamos esta derrota”.
En cada campaña desde 2012, los Steelers han sufrido al menos una derrota totalmente fuera del presupuesto. La del domingo se ajusta perfectamente a esa descripción.
El touchdown de Howard llegó dos jugadas después de que Tarik Cohen pareció definir el partido en favor de Chicago con un acarreo de 73 yardas hasta las diagonales. Los árbitros determinaron que Howard pisó fuera del terreno en la yarda 37 de Pittsburgh.
Pese a ello, los Bears (1-2) se embolsaron el triunfo inesperado.
Howard aportó 138 de las 220 yardas que Chicago acumuló por tierra. Compensó así una discreta actuación del quarterback Mike Glennon.
“Uno siempre sueña con triunfos así, pero nunca ocurren, de modo que esto fue una locura”, afirmó Howard. “Definitivamente, el partido fue muy raro, pero independientemente de todo lo que pasó, encontramos la forma de ganar”.
Los Steelers (2-1) no entraron siquiera en el terreno para escuchar el himno nacional, tras los comentarios del presidente Donald Trump, quien dijo que deberían ser despedidos los jugadores que protestan durante dicha ceremonia.
Sin embargo, el tackle izquierdo Alejandro Villanueva, quien formó parte del ejército, permaneció cerca del túnel, con una mano colocada sobre el pecho.