San Salvador, 2 oct (ACAN-EFE).- Un agente de la Policía de El Salvador fue asesinado hoy en la localidad occidental de Acajutla, con el que se elevó a 34 el número de efectivos policiales ultimados en lo que va de 2017 en el país centroamericano, que vive una escalada de violencia desde mediados de septiembre pasado.
La Fiscalía salvadoreña informó en sus redes sociales sobre el ataque, en el que también resultó herido un soldado, sin detallar las identidades de los dos efectivos, que se encontraban de licencia.
Durante el año en curso, suman 34 policías, 16 militares y 2 custodios de prisiones asesinados, la mayoría en sus días de libres, mientras que el resto murieron durante enfrentamientos armados con las pandillas, según información oficial.
Desde el 21 de septiembre, el país centroamericano vive un recrudecimiento de la violencia, que se ha cobrado la vida de al menos 290 personas, con lo que registra una media diaria de 28 homicidios, casi el triple de los que venía computando el país.
En este lapso, El Salvador registró su jornada más violenta en lo que va de 2017 con 40 homicidios el sábado 23 de septiembre, solo por delante de los días 25, 27 y 29 del mismo mes, que computaron entre 31 y 34 asesinatos.
El vicepresidente Óscar Ortiz señaló el viernes pasado que las pandillas han elevado los asesinatos porque "están desesperados y quieren mandar un mensaje de que pueden ablandar, parar y retroceder las medidas que tenemos en marcha", como el recrudecimiento del régimen carcelario para sus líderes.
Otro de los factores que han elevado la cifra de muertes violentas, según la Policía, son las purgas entre la Mara Salvatrucha (MS13) y la facción disidente MS503, que surgió recientemente a raíz de un cisma en la MS13 por desacuerdos en el manejo financiero de la estructura.
Este repunte también se suscita cuando el Ejecutivo ha intensificado los registros en la capital con un mayor despliegue de policías y soldados, y con la salida de vehículos blindados y artillados a las calles.
Las autoridades acusan a la MS13, que Estados Unidos busca eliminar, al Barrio 18 y otras minoritarias de mantener los altos índices de violencia que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo, con tasas de 103 y 81,7 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente. ACAN-EFE