Durante el gélido enero en Nueva York, Starlin Castro viajó a la ciudad para una serie de actos promocionales de los Yanquis. El segunda base dominicano era uno de los pocos veteranos en el grupo, donde se ponía énfasis en los nuevos rostros como Gary Sánchez, Gleyber Torres y Clint Frazier.
En esos primeros días de 2017, no se esperaba mucho de los Yanquis. ¿Clasificarse a la postemporada? Ese era un objetivo que se antojaba inalcanzable, pero diez meses después aquí están con la ilusión puesta en obtener el 29no campeonato de la franquicia más laureada en las mayores.
Castro, quien llegó a los Yanquis tras un canje con los Cachorros previo a la campaña de 2016, evocó su experiencia en Chicago, donde una inyección de talento joven acabó el año pasado en la conquista de su primera Serie Mundial desde 1908
“Yo me lo imaginaba y también me lo creía”, dijo Castro a The Associated Press. “Pasó algo similar en Chicago, cuando empezaron esos muchachos jóvenes a llegar y teníamos una mezcla de jóvenes con veteranos. Siempre tuve la confianza y la fe de que al reunir ese nuevo talento, más nuestra experiencia, íbamos a ser un equipo de cuidado. Muchos no creían que íbamos a llegar tan lejos, pero aquí vamos”.
El duelo entre dos equipos que han excedido todas las expectativas es uno que ofrece la oportunidad de medir el potencial de dos rosters renovados masivamente en los últimos años.
También cita a varias de las figuras jóvenes más excitantes del momento.
Nueva York presenta a Aaron Judge, el jardinero que acaba de fijar el récord de jonrones para un novato con 52. El dominicano Luis Severino, de 23 años, subirá a la lomita el martes para convertirse en el Yanqui más joven en abrir un juego de postemporada desde Andy Pettitte, con la misma edad en la serie divisional de 1995 contra Seattle. Su compañero de batería será Gary Sánchez, otro dominicano que ha despachado 53 jonrones desde agosto del año pasado.
Minnesota cuenta con el tercera base/bateador designado Miguel Sanó y el dinámico jardinero central Byron Buxton (11 jonrones, 35 impulsadas y 12 bases robadas en 55 juegos desde el 1 de agosto). El dominicano Sanó (28 jonrones y 77 impulsadas) cargó con el equipo en la primera mitad, pero se perdió 38 partidos por una dolencia en la espinilla izquierda y el manager Paul Molitor indicó el lunes que lo más probable es que quedará relegado a la banca.
Estos equipos chocaron en el mismo escenario, el Yankee Stadium hace un par de semanas. Minnesota fue barrido en la serie de tres juegos. Fue un resultado que hizo evocar los malos recuerdos que tienen los Mellizos de sus enfrentamientos contra Nueva York en los playoffs.
Se trata de una rivalidad desigual: los Yanquis eliminaron a Minnesota cuatro veces en la postemporada entre 2003-2010.
Joe Mauer es el único integrante de los Mellizos que permanece en un equipo que se ha convertido en el primero en la historia que emerge de una temporada de 100 derrotas para acceder a los playoffs en la siguiente.
Tuvieron que pasar siete años para que Minnesota volviera a los playoffs, un periodo en el que Mauer pasó de estelar receptor a defender la primera base.
“Estoy súper excitado de que este grupo pueda vivir esta experiencia”, dijo Mauer. “Tenemos a mucha gente en nuestro club que debutará. Estoy muy feliz. Ha sido un año especial el poder ver a este grupo cómo ha madurado”.
Pero Mauer no se encontrará con los mismos Yanquis, sin los históricos Mariano Rivera, Derek Jeter y Alex Rodríguez. Enfrente están los denominados “Baby Bombers”.
“No me fijo en la historia porque los rostros han cambiado tanto”, dijo el manager de los Yanquis Joe Girardi, quien dirigió a Nueva York en las victorias sobre Minnesota en las series divisionales de 2009 y 10. “Por diversas razones, durante ese tiempo, hemos sido superiores”.
Otro detalle: los Mellizos han terminado con balance desfavorable ante los Yanquis en cada campaña desde 2002.
Por ello, el afrontar el partido del martes sin complejos de inferioridad será fundamental para los visitantes.
Cuando a Ervin Santana, el dominicano que abrirá por Minnesota, se le mencionó que nunca ha ganado en el Yankee Stadium, el derecho respondió en forma desenfadada.
“¿Que cuántas victorias tengo en el Yankee Stadium? ¿Ninguna? Bueno, mañana será la primera”, dijo Santana, veterano de 13 campañas, quien fue el segundo pitcher con más innings lanzados este año, al llegar a 211 y un tercio, sólo detrás de Chris Sale (214 y un tercio).
Pero Santana también expresó cautela sobre enfrentar a Judge: “Tengo que ser cuidadoso con él. No puedo dejarle ninguna galletita en el medio del plato”.
El otro desafío es saber responder a un juego en el que no hay margen de error. Con experiencia previa en los playoffs, Castro y Santana subrayaron la importancia de tomarse el partido como cualquier otro.
“Hay que jugarlo tranquilo, que es la misma pelota, pero con un poquito más de intensidad y más emocionante”, dijo Castro, quien salió victorioso con los Cachorros contra Pittsburgh en el juego de wildcards de la Liga Nacional en 2015.
“Nada cambia y no hay que ponerse una presión extra en la cabeza”, resaltó Santana.