Ginebra, 3 oct (EFE).- La ONU anunció hoy que se ha detectado un brote de enfermedades diarreicas entre los rohinyás refugiados en Bangladesh y que varios organismos humanitarios han emprendido un plan conjunto para contener su propagación.
Más de medio millón de rohinyás, una minoría musulmana de Birmania, han llegado a la Bangladesh desde fines de agosto escapando de una ofensiva del Ejército birmano en el estado de Rakhine (oriente del país), donde vivían.
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"Estamos tomando acciones para prevenir enfermedades graves y muertes frente al aumento de casos de diarrea, una parte de los cuales también presenta deshidratación grave", informó el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Andrej Mahecic.
Por el momento, los enfermos son tratados en instalaciones médicas dirigidas por la ACNUR o en establecimientos públicos.
El plan de la ACNUR, que colabora en esta situación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es multiplicar los centros de tratamiento y el número de camas en ellos.
Al final de esta semana estarán funcionando dos centros con un centenar de camas y la próxima semana se abrirán dos más, indicó Mahecic.
Esos centros estarán en la extensión del campamento de refugiados de Kutupalong, donde originalmente había población refugiada desde 1992 y se ha recibido a buena parte de los que han llegado en las últimas semanas.
El objetivo es llevar la atención sanitaria lo más cerca de los que la necesitan.
Mahecic dijo que refugiados voluntarios recorrerán el inmenso campamento -de más de ocho kilómetros cuadrados- y asentamientos informales que han surgido a su alrededor para encontrar a gente que pueda estar enferma y no ha buscado tratamiento.
En vista de que el cólera -una de las enfermedades diarreicas comunes- es endémica en Bangladesh, se teme que el pequeño brote detectado pueda expandirse rápidamente y afectar a cientos de miles de personas que viven hacinadas y sin acceso a servicios mínimos de saneamiento.