Todos los Masayas estaban concentrados en la catedral de San Jerónimo con sus candelas de cebo encendidas.
Iban a celebrar La octava de San Jerónimo, celebración que religiosamente dan fin a las fiestas del doctor que cura sin medicina, para dar paso a las fiestas del Torovenado.
Finalizando la eucaristía oficiada por el cardenal Leopoldo Brenes, se hizo un recorrido de más de 16 horas por las principales de calles de la ciudad, en el recorrido, el patrono de los pobladores de la ciudad de las flores es acompañado por San Miguel, el llamado acompañante fiel de San Jerónimo y Co Patrono de los Masayas.
“He mirado una imagen de rostros sencillos que han venido por cienes de años para dar gloria al señor a través de San Jerónimo doctor, hombre maravilloso quien quería descubrir al señor, un hombre en búsqueda, quien a través de las sagradas escrituras fue conociendo más y más de la persona de Jesús y eso es lo que nos indicando hoy el papa Francisco a leer las sagradas escrituras”. Fueron las declaraciones que expresó el cardenal Leopoldo Brenes.
Todos bailan al son de chicheros y réplicas miniaturas de la peaña de San Jerónimo cargadas por menores de entre 10 a 14 años lo siguen pagándole favores a su patrono.
Algo muy importante que no podemos dejar por fuera en esta celebración, es el despliegue de agentes del orden, quien también se sumaron al recorrido para resguardar el orden ante cualquier altercado que se registre
El comisionado Mayor Manuel Zambrana, jefe de la policía de Masaya dijo que: “Para esto nos hemos propuesto componentes de vigilancia y patrullaje, cierres, que tienen que ver con los recorridos de las procesiones y diferentes actividades, así como también acciones de regulación operativa y principalmente hemos coordinados con los organizadores de estas actividades, en tal sentido que todos estemos apoyándonos para garantizar la seguridad y la paz en estas fiestas”.
Estas celebraciones dejan entrever la idiosincrasia del pueblo masayense, su ideología, sus bailes folclóricos y la amabilidad con la que reciben a miles de nicaragüenses que los visitan de otros departamentos de nuestra bella, linda y siempre libre Nicaragua.