La Policía colombiana incautó un semisumergible con capacidad para llevar hasta siete toneladas de cocaína y "adecuado para el transporte de alcaloides a Centroamérica" en una zona rural del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, informaron hoy las autoridades.
Agentes del Comando Jungla de la Policía hallaron la embarcación, que estaba escondida entre la vegetación y cubierta con un plástico negro, en un afluente del río Patía en el caserío de San Sebastián, municipio de Pizarro (suroeste), detalló esa institución en un comunicado.
El semisumergible cuenta con sistemas de navegación, brújula, motores de gran potencia y calefacción, así como una capa de pintura asfáltica para absorber los rayos solares, lo cual, según la información, lo hacía casi imperceptible desde el aire.
"Contaba con equipos especiales de navegación y otro tipo de tecnología que permite la navegación autónoma de este tipo de embarcaciones hasta alcanzar costas centroamericanas o incluso de más al norte", dijo el director de la Policía Antinarcóticos, general José Ángel Mendoza Guzmán, en un video difundido por la institución.
En la embarcación, las autoridades encontraron espacio para cuatro personas y "una gran cantidad" de víveres.
Asimismo, hallaron en la zona "restos de lo que sería" un taller en el que más de 20 personas trabajaron por más de cuatro meses en la construcción del semisumergible, que según la Policía, tuvo un costo mayor a los 5.000 millones de pesos (unos 1,6 millones de dólares).
El incremento de los cultivos de cocaína en Colombia tuvo un impacto directo en el aumento de la oferta en los Estados Unidos.
Así lo afirma un informe de la DEA que advierte que esa tendencia podría seguir subiendo si no hay un cambio de fondo en las políticas del gobierno colombiano.
Según el documento, el 92 por ciento de la cocaína incautada en Estados Unidos provenía de Colombia, el 2 por ciento de Perú y el seis por ciento restantes de otras naciones.
“El cultivo colombiano de coca y la producción de cocaína en 2016 alcanzaron los niveles más altos de la historia”, indica el informe tras añadir que la cifra de cultivos ilegales en el país del año pasado (188 mil hectáreas de coca) fue la más alta desde el año 2017 cuando estaban detectadas 167 mil hectáreas cultivadas.