Aprovechando que su sobrino político de 10 años llegaba frecuentemente a jugar en su casa Roger García Calero, exoficial de Fuerza Pública de Costa Rica, cometió dos delitos de violación en perjuicio del menor de edad.
De acuerdo con el Ministerio Público, lo hechos ocurrieron en el sector de San Fernando de Upala, Alajuela, entre el 2013 y 2014, sin embargo, hasta este miércoles García fue condenado a 28 años de prisión por dichos delitos luego de que la Fiscalía de la zona demostrara su culpabilidad.
“Los hechos que motivaron la condena ocurrieron entre el 2013 y 2014, en San Fernando de Upala, donde el imputado quien en ese momento era oficial de la Fuerza Pública vivía junto a su esposa, tía del ofendido, en una casa vecina a la del niño”, detallaron en la institución.
Agregaron que, tras cometer las dos violaciones, García amenazó al pequeño diciéndole que si contaba lo sucedido ocurrirían graves problemas en su familia, señaló La Prensa Libre.
No obstante, un extraño comportamiento del niño y conductas irregulares en García, despertaron las sospechas de la familia, quienes luego de consultar al menor y realizarle una revisión médica lograron constatar los ocurrido.
Posteriormente interpusieron la denuncia en contra del imputado para que las autoridades iniciaran las respectivas investigaciones.
García fue condenado a 14 años de cárcel por cada delito para un total de 28 años.
Ahora permanecerá seis meses en prisión preventiva hasta que la sentencia quede en firme.
En otro hecho, un joven de apellidos Quintana Vargas, de 20 de edad, fue detenido por agentes de la Sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), como sospechoso de simulación de delito.
Según la policía, el sujeto se inventó que habían secuestrado a su madre, con el objetivo de tener protección, que incluye vivienda y alimentación, sin embargo, las autoridades se dieron cuenta de la farsa.
El informe destaca que Quintana llegó a las oficinas centrales del OIJ en San José, indicando que caminaba por la capital junto a su mamá cuando fueron abordados por un vehículo, del cual se bajaron dos sujetos y se llevaron a la mujer.
Luego de escuchar el testimonio, los agentes judiciales remitieron el caso de Quintana al Ministerio Público, para que fuera sometido al Programa de Víctimas y Testigos, sin embargo, para la Fiscalía este joven ya era un viejo conocido, no así para el OIJ, pues cuando los agentes lo llevaron al despacho donde debía hacerse el trámite, los funcionarios lo identificaron y se dieron cuenta que en distintas ocasiones, el mismo sujeto interpuso denuncias para ser sometido en dicho programa y que por ese día le busquen hospedaje y comida, para luego marcharse.