Presentando una serie de torturas y con signos de haber muerto por estrangulación fue encontrado el cuerpo de un joven mecánico de motocicletas que había sido raptado el lunes anterior tras salir de su casa de habitación en la colonia La Estanzuela, en Tegucigalpa.
El ahora occiso es Rony Josué Lanza Fonseca (26), quien se ganaba la vida reparando “motos” en un taller que había instalado en la zona de El Hatillo, cerca del cerro El Picacho, zona nororiental de Tegucigalpa.
El reporte policial y de los familiares indica que el muchacho, al filo de las 8:00 de la noche del lunes, se encontraba junto a su pareja sentimental y pequeño hijo de unos cinco años de edad, listo para cenar y después descansar tras una faena laboral.
De repente, el joven recibió una llamada telefónica de una persona desconocida para los parientes, quien le pidió que saliera supuestamente a realizarle un trabajo.
Esa fue la última vez que los familiares vieron al joven, a quien sus victimarios raptaron para irlo a torturar a una guarida de pandilleros donde lo interrogaron, torturaron y quitaron la vida mediante estrangulamiento por razones aún no establecidas para la Policía.
Enseguida, los malvivientes subieron el cuerpo a un carro de características también desconocidas y procedieron a ir a tirar el cadáver a una zona solitaria, específicamente en el kilómetro 5 de la carretera que da acceso a la zona de El Hatillo, supuestamente en horas de la noche o madrugada.
Fue hasta hoy en la mañana cuando varias personas que salen a correr y ejercitarse daban aviso a las autoridades policiales que a la orilla de la calle estaba el cuerpo de una persona, con la cabeza y parte del torso metida en una bolsa floreada y un saco de mezcal rojo, señaló La Tribuna.
El cuello, manos y pies los tenía amarrados con una cabuya anaranjada, la cual estaba sujeta a una especie de torniquete. Con ese macabro instrumento usado por pandilleros ultimaron al mecánico, según reportes proporcionados por personal forense que participó en el levantamiento legal.