En el Taller de los Diablos, ubicado en el aguerrido pueblo de Monimbó, en Masaya, a las vísperas de realizarse la tradicional procesión de Los Agüizotes, las máscaras que representan estos espectros se están vendiendo como pan caliente y es que entre más espeluznantes sean es mucho mejor.
Las hay de la cegua, diablos, duendes, chancha bruja, Mocuana, en distintos colores y tamaños. La variedad es lo que hace que en esta temporada las máscaras dinamicen la economía de los artesanos que se dedican a recrear los mitos y leyendas de nuestra Nicaragua, además ofrecen el servicio de elaborar máscaras personalizadas con precios accesibles, que van desde los 200 córdobas.
Las que tienen más demanda en esta época son la de cachos, "aquí se trabaja todo el año, pero ya en esta época trabajamos toda la familia porque tenemos más demanda. Sacamos alrededor de mil máscaras", destacó Lester Espinoza, propietario del Taller Los Diablos.
Otra parte fundamental que es solicitada por la clientela son las cotonas para complementar una vestimenta perfecta. En esta época se realizan más de 200 y es que en este taller la familia juega un rol importante al momento de cumplir con la demanda de los clientes.
"Ya tenemos más de 20 años de tener el taller, no solo se elabora la cotona sino la máscaras. Las cotonas no llevan mucho trabajo digamos hora y media, dependiendo del tamaño que varía su precio; 200, 150, etc. Estos trajes los elaboro desde pequeño, yo antes no tenía para salir en Los Agüizotes y no tenía para costear las máscaras, comencé haciendo una máscara rústica, con el paso del tiempo fuimos mejorando. No nos podemos quejar, todo el año pasamos haciendo estas máscaras y los trajes", destacó Guillermo Espinoza.
Los Agüizotes es una procesión popular que nació en Monimbó de la mano del Gran Toro Venado del pueblo, con más de treinta años de existir. Representan los mitos y leyendas de nuestro país, cuentos que nuestros antepasados usaban como una manera de corregir a sus hijos e hijas que les gustaba salir de noche. Un ejemplo de esto es cuando los abuelos decían que la cegua salía a medianoche para adundar a los borrachos, con el fin de que los jóvenes midieran la hora de llegar a sus casas, tradición que es distinta al conocido Halloween.
Para este 27 de octubre se tiene previsto se realice la popular tradición de los mitos y leyendas conocidos como Los Agüizotes que sale desde la Plaza María Magdalena a partir de las siete de la noche.