Dos estudios recientes de la NASA han encontrado pruebas de la existencia de un enorme antiguo océano en el planeta enano Ceres, informa la página del proyecto Dawn de la entidad.
En concreto, se ha descubierto que la corteza del cuerpo celeste consiste en una mezcla de hielo, sales y materiales hidratados que fueron sometidos a una actividad geológica pasada o reciente. También se han encontrado evidencias de que debajo de la corteza rígida de la superficie de Ceres existe una capa más blanda y fácilmente deformable, que también podría ser indicativo de la existencia de líquido residual dejado por el océano.
"Cada vez más estamos aprendiendo que Ceres es un mundo complejo y dinámico que podría haber albergado una gran cantidad de agua líquida en el pasado, y todavía puede tenerla en el subsuelo", comentó Julie Castillo-Rogez, experta del proyecto Dawn y coautora de los estudios.
En el primero de los dos trabajos los científicos recurrieron a las observaciones de la sonda Dawn para medir la gravedad de Ceres, con el fin de estimar su composición y estructura interior. El estudio encontró que la densidad de la corteza de Ceres es relativamente baja, más parecida a la del hielo que a la de las rocas. Sin embargo, el trabajo indicó que el hielo es demasiado blando como para ser el mayor componente de la corteza rígida del planeta enano.
La segunda investigación, basada en la primera, se centró en el análisis de la topografía de Ceres y también estudió ??la composición de su corteza. Tras elaborar un modelo de la corteza del planeta, los científicos llegaron a la conclusión de que en realidad era una mezcla de hielo, sales, roca y un componente adicional que se cree que corresponde a hidrato de clatrato, o hidrato de gas.
El segundo equipo considera que la mayor parte del antiguo océano de Ceres está ahora congelado y se halla en la corteza precisamente en forma de hielo, hidrato de gas y sales, y así permaneció durante más de 4.000 millones de años. Sin embargo, la investigación no descarta que debajo de la corteza pueda haber restos de líquido, lo que indicaría que el antiguo océano todavía no está completamente congelado.