El sexo bajo el agua es una de las fantasías más llamativas para muchas parejas. Tanto hombres como mujeres se han sentido tentados a tener relaciones en escenarios como el mar, la piscina, el jacuzzi, la tina o la regadera. A continuación, conozca algunos aspectos importantes que no deben pasar desapercibidos durante esta práctica.
Uno de los plus del sexo bajo el agua es que al estar ligeros de ropa se suele alcanzar un nivel de excitación con mayor rapidez, además la pérdida de peso que produce estar en el agua hace posible que algunas posiciones se realicen con mayor facilidad.
El agua
A pesar de que el agua puede parecer limpia la poca higiene de algunos lugares puede tener repercusiones negativas en la salud, desencadenando infecciones urinarias u hongos. Es por esto que algunas personas prefieren evitar las piscinas o lugares donde el agua no tenga un flujo constante y hacer uso de las regaderas o bañeras limpias.
¿Mayor lubricación?
Contrario a lo que se piensa, la lubricación dentro del agua no es tan buena como en un lugar seco, el agua lavará los fluidos corporales producidos por el cuerpo haciendo que en ocasiones sea un poco incómodo continuar con la práctica. En este caso se recomienda hacer uso de un lubricante artificial para que haga del encuentro algo más placentero.
Sexo seguro
Usar preservativo de usar en el medio acuático es mucho más difícil, pero no usarlo aumenta claramente las posibilidades de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) o un embarazo indeseado. Razón por la cual se recomienda poner y quitar el condón fuera del agua, pero tenga en cuenta la poca lubricación podría provocar que el anticonceptivo se rompa con mayor facilidad.
Una vez identificados estas condiciones no se desanime, el sexo bajo el agua según los expertos suele ser una práctica entretenida y placentera que saca de la rutina a las parejas y produce un sin fín de sensaciones que llevarán el acto sexual a otro nivel. No existen recetas universales para esto, se trata de la confianza entre la pareja y la complicidad de probar nuevas alternativas. Si decide arriesgarse a nadar con su pareja e ir más lejos una ducha después del sexo disminuye el riesgo de infecciones y enfermedades.