La ciencia era considerada una profesión de hombres y, por si eso fuera poco, en su época, en Polonia, las mujeres ni siquiera podían ir a la Universidad. Así que Marie tuvo que aprender ella sola todo lo necesario para poder dedicarse a la ciencia.
En el laboratorio de la universidad conoció al amor de su vida, Pierre Curie, un brillante investigador que trabajaba estudiando los campos magnéticos y la electricidad.
Después del nacimiento de su primogénita, Marie Curie se propuso realizar una tesis doctoral, hecho insólito tratándose de una mujer, sin embargo su investigación la centró en la procedencia de la energía del compuesto de uranio sobre los rayos X, descubrimientos previamente empleados por Wilhelm Röntgen en 1895 y Henri Becquerel en 1896, así lo informa el portal web Xataka Ciencia.
Citas
Juntos descubrieron dos elementos químicos nuevos, el polonio y el radio, que emitía un brillo verdoso que Marie bautizó como “radiación”. Gracias a sus descubrimientos, en 1903 les dieron el Premio Nobel de física.
Sin embargo, al final su dedicación a la ciencia le pasó factura. Por haber estado tanto tiempo manipulando las sustancias radioactivas, Marie acabó muriendo de anemia.
Se cumplen 150 años de su nacimiento, y vamos a recordarla a través de algunas de sus sentencias o citas:
-En esta vida no hay nada a lo que tener miedo. Sólo hay que entender las cosas.
-Sé menos curioso acerca de las personas y más curioso acerca de las ideas.
-No se puede esperar construir un mundo mejor sin mejorar a los individuos.
-Nunca veo lo que se ha hecho; sólo veo lo que queda por hacer.
-Me enseñaron que el camino del progreso no era ni rápido ni fácil.