La violencia contra los hombres es un tema de lo que no se suele hablar, pues pocos se atreven a aceptarlo por temor a ser objeto de burlas, pero se indagó y descubrió que ese problema no solo las féminas lo sufren, sino que también existen personas del sexo masculino que son víctimas de ese flagelo.
En los juzgados de San Pedro Sula se realizaba una audiencia contra una mujer acusada de violencia intrafamiliar y lesiones en perjuicio de su pareja.
El ofendido relató que a eso de las 6:00 de la tarde del domingo 10, del mes anterior, recibió una llamada de ella, con quien procreó una niña, quien le dijo que quería hablar con él. Relató que accedió a su petición, pensando que era para dialogar por su hija, pues se habían distanciado, sin embargo, al llegar a la vivienda ubicada en uno de los barrios cercanos a la Rivera Hernández, la fémina le exigió dinero para la pequeña.
Explicó que él le dijo que no tenía en ese momento, por lo que “reaccionó molesta y le pidió que esperara afuera; segundos después ella salió y le lanzó agua hirviendo, provocando lesiones en la humanidad del hombre”, reza el informe de las autoridades.
Luego, la víctima interpuso la denuncia en una posta policial, donde miembros de la Policía la capturaron preventivamente.
En audiencia, un juez determinó aplicar medidas sustitutivas distintas a la detención judicial. La ahora imputada deberá estar yendo a firmar cada siete días a la secretaría del juzgado.
“A ella la conocí en una disco de la ciudad (San Pedro Sula), me pareció bonita, atractiva, así que decidimos vivir juntos, fue cuando tuvimos a nuestra primera hija que empezaron mis problemas”, comenzó su relato otro, que decidió mantener el anonimato.
Explicó que también sufrió violencia doméstica, no por cobardía, sino porque temía perder a su pequeña, pues amenazaba con alejarlo de ella.
Después, comentó que nació la otra niña y las cosas empeoraron, al grado que lo agredía física y psicológicamente.
Manifestó que, en una ocasión que visitaban a su madre, empezaron a discutir y para evitar seguir discutiendo, salió a la calle, pero ella lo siguió y “sin importarle que en la acera de un negocio que está frente a la casa de mi mamá había familiares y vecinos, me gritó que me iban a encontrar en las cañeras”.
Agregó que, en ese momento todos los presentes le aconsejaron que interpusiera la denuncia, pues ellos le servirían de testigo, pero no lo hizo porque lo amenazó con enviar a unos amigos del bajo mundo que supuestamente tenía, a matarlo a él y a su familia.