Aunque parezca un poco molesto hasta leer la palabra, lo cierto es que es importante conocer algunas características de la mucosidad en las vías respirarías para detectar un problema de salud a tiempo.
Pero, identificar cuando los mocos son síntomas por una enfermedad, una reacción alérgica o son solo una reacción natural del organismo, no es tan fácil. Según informa el sitio web El Salvador.com, existen cuatro características en los mocos que pueden determinar la salud de los niños.
Te las explicamos a continuación.
Claros y abundantes
Generalmente este tipo de características se presentan a consecuencia de una reacción alérgica o desarrollo de un resfriado o gripe. Son de color claro, líquidos y transparentes. En caso sea una gripe con los días su aspecto cambiará a un tono amarillento y espeso.
Amarillentos
Este tipo de mucosidad aparece cuando la gripe se ha instalado en el organismo, por eso si notas que tiene secreciones leves, esto se debe a que actúa como un recolector de agentes perjudiciales para la salud y luego los expulsa del cuerpo.
Cuando los mocos no son muy abundantes se vuelvan más espesos, incrementando al mismo tiempo la concentración de glóbulos blancos, los cuales son los encargados de combatir infecciones.
Espesos
Frecuentemente la mucosidad espesa aparece al final de un cuadro gripal, especialmente por las noches cuando dejan de fluir, esto hace que aumente la viscosidad y el espesor. El color del moco puede ser amarillento y verdoso, porque contienen más gérmenes y sustancias indeseables.
De color verde
Si tu niño tiene moquitos verdes, seguramente su organismo está luchando contra una infección. Su aspecto verdoso es porque se da una alta concentración de neutrófilo, los encargados de contrarrestar a los gérmenes para luego expulsarlos del organismo.