Óscar Ramón Cardoza Sevilla, un niño emigrante de Honduras, fue asesinado en México cuando se dirigía a la frontera con EE.UU. para reunirse con su madre.
El infante, de 10 años, recibió un disparo en la cabeza durante una persecusión armada contra un grupo de migrantes, efectuada en el kilómetro 106 de la carretera Malpaso-Las Choapas, estado de Veracruz, sureste de México.
Oscar no falleció en el momento. Fue trasladado al Hospital Chiapas Nos Une Doctor Jesús Gilberto Gómez Maza, donde murió luego, reseñó el diario mexicano Proceso.
En el ataque murió además un hombre y una mujer resultó herida.
La policía responsabilizó por esos hechos a un grupo armado no identificado.
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El Instituto Nacional de Migración de México informó en nota de prensa que el suceso ocurrió cuando los migrantes, que iban en una camioneta, "fueron perseguidos por un vehículo que trataba de darles alcance, y al no conseguirlo los atacantes detonaron sus armas de fuego".
Sin embargo, el padre del infante, Juan Ramón Cardoza, acusó a la policía: "Sí eran policías, eso me dijeron, que era una patrulla con torreta, y los que les dispararon llevaban uniformes azules como el de los federales", recoge el citado medio.
Su segundo intento
Oscar Ramón, quien recientemente había terminado el quinto año de la escuela, viajaba con su hermana (de 15 años) y una prima (23 años), además de otros 40 emigrantes centroamericanos.
Salieron a finales de octubre de la comunidad de Tocoa, departamento de Colón.
Su hermana y su prima ahora se encuentran en el Consulado de Honduras en México, según relató a Once Noticias la abuela del menor, Esther Sevilla.
Por su parte, su padre señaló que esta era la segunda vez que el niño intentaba llegar a EE.UU. "En septiembre se fueron y los agarraron y el 30 de octubre hizo su segundo intento, encontrando la muerte", expresó al citado medio.