Berlín, 22 nov (EFE).- La bacteria Yersinia pestis, causante de grandes pandemias como la peste negra en el siglo XIV, probablemente llegó a Europa con las migraciones a gran escala de los nómadas de las estepas eurasiáticas en la Edad de Piedra, miles de años antes que las primeras epidemias históricas conocidas.
A esta conclusión ha llegado un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia de la Humanidad al secuencias los primeros seis genomas europeos completos de la bacteria en un período que abarca del Neolítico final a la Edad de Bronce, entre 4.800 y 3.700 años atrás, según un estudio que publica hoy la revista Current Biology.
Tras analizar más de 500 muestras de dientes y huesos procedentes de Alemania, Rusia, Hungría, Croacia, Lituania, Estonia y Letonia los científicos, que detectaron una estrecha relación entre los genomas, estiman que la bacteria fue introducida en Europa Central durante el Neolítico por los nómadas de la estepa.
"Esto sugiere que la peste entró en Europa en varias ocasiones durante este período procedente de la misma reserva o bien ingresó una vez durante la Edad de Piedra y permaneció allí", precisó Aida Andrades Valtueña, principal autora del estudio.
Con el fin de esclarecer cuál de estas dos variantes era la más probable, el equipo examinó la información obtenida en el contexto de las evidencias arqueológicas y de ADN antiguo existentes en relación con el movimiento migratorio durante este mismo periodo.
Según los científicos, los primeros indicios de la peste en Europa coinciden con la expansión hacia Europea de los nómadas de la estepa póntica hace 4.800 años.
"El linaje genético humano y la mezcla, en combinación con las series temporales en el Neolítico final y la Edad de Bronce del linaje de Y. pestis, apoya la versión de que Y. pestis posiblemente fue introducida hace unos 4.800 años desde la estepa en Europa, donde estableció una reserva local antes de retroceder hacia Eurasia Central", explicó Alexander Herbig, coautor del estudio.
Los genomas recuperados por los científicos confirman que durante este periodo se produjeron cambios en los genes relacionados con la virulencia de la peste, como ya se había sugerido en investigaciones anteriores.
No obstante, es posible que pestis ya fuera capaz de causar epidemias a gran escala antes de desarrollar esta virulencia.
"La amenaza de infecciones de Y. pestis pudo haber sido una de las causas del aumento de la movilidad durante el periodo entre el Neolítico final y el Bronce antiguo", subrayó Johannes Krause, director del Departamento de Arqueogenética del Instituo Max Planck de Ciencias de la Historia de la Humanidad y coautor principal del estudio.
La introducción de la enfermedad en Europa podría haber desempeñado incluso un papel en la renovación genética de la población europea, señala el estudio.
"Es posible que ciertas poblaciones europeas, o las esteparias, puedan tener un nivel diferente de inmunidad", indicó. EFE