Un vistazo al pasado, nos ayuda a comprender la naturaleza animal y humana un poco mejor. En este caso, hablemos de la Titanoboa, una serpiente prehistórica de tamaño impresionante.
Cuando el fósil de una gigantesca serpiente fue encontrado en el trópico colombiano, concretamente en la mina Cerrejón en el Departamento La Guajira de Colombia, pudimos conocer la Titanoboa, una serpiente de 14 metros de longitud que vivió allí hace unos 58 millones de años.
En Eras previas, Cerrejón era una inmensa selva pantanosa llena de una gran variedad de especies animales y vegetales. Precisamente por eso, hoy es uno de los depósitos fósiles más ricos y más importantes del mundo, proporcionando a los científicos una instantánea única del momento geológico en el que los dinosaurios acababan de desaparecer y un nuevo ambiente estaba emergiendo.
Pero, ¿quién era el rey de esta selva? Se trataba de una serpiente de más de 14 metros de largo y que pesaba más de una tonelada. Así es, la Titanoboa, la serpiente gigante, se parecía en algo a una boa constrictor moderna, pero seguía un patrón de conducta parecido al de la anaconda de agua de hoy en día. Los científicos la llaman Titanoboa cerrejonensis.
Siendo la reina de la selva, la Titanoboa habitaba en el pantano y era un temible depredador, capaz de comer cualquier animal que le llamara la atención. La parte más gruesa de su cuerpo sería casi tan alta como la cintura de un hombre.
Era la serpiente más grande de todos los tiempos, y por si su tamaño asombroso no era suficiente para deslumbrar a cualquiera, su existencia ayuda a comprender la historia de la vida en la tierra y posiblemente incluso para anticipar el futuro.
En una investigación llevada a cabo en conjunto por el Instituto de Investigación Tropical del Smithsonian y el Museo de Historia Natural de Florida, se encontraron indicios de que alrededor de unas sesenta titanoboas vivieron en la zona. Además, se pudo conocer que las condiciones climáticas de la época eran muy diferentes en ese pantano.
¿Quieres ver una Titanoboa? ¡Puedes hacerlo! O al menos una réplica. En el Museo de Historia Natural del Smithsonian de Washington se puede encontrar una recreación tamaño real de la serpiente más grande (y escalofriante) del mundo.