Con una misa realizada por el presbítero Leonardo Hurtado y procesión por las diferentes calles del municipio de Boaco, la feligresía católica celebra los 486 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Según la versión de la Iglesia Católica, en la mañana del 9 de diciembre de 1531, el indio Juan Diego pasaba por el cerro Tepeyac, rumbo a la iglesia de Tlatelolco, cuando se le apareció la Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial y le habló en náhuatl, la lengua de los aztecas.
Ella le dijo que era la madre de Dios y que deseaba que le construyan un templo en aquel lugar. El indio le contó lo que vio y escuchó al obispo Juan de Zumárraga, pero éste le pidió alguna señal o prueba de lo que afirmaba. Entonces Juan Diego volvió al cerro y el 12 de diciembre de 1531 la Virgen se le apareció otra vez y le dijo que cogiera unas rosas de lo alto del cerro y las llevara en su ayate o manto al sacerdote. Cuando el indio extendió el manto ante Zumárraga apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe.
"Hoy celebramos nuestra señora de Guadalupe, en toda nuestra iglesia y por lo tanto en nuestra Parroquia del Perpetuo Socorro, hemos participado de la santa misa y ahora nos disponemos a participar de esta procesión con la imagen de la Virgen, bien acompañados por nuestros fieles", expresó Hurtado mientras caminaba en la procesión.
En nuestro país el amor a la Virgen se puede ver en diversas iglesias en donde los feligreses con alegría y devoción demuestran su amor hacia ella. Un ejemplo ocurrió desde temprano en Managua, en el barrio Monseñor Lezcano, con una gran afluencia de personas que se presentaron para rendirle homenaje.