El OIJ trata de dar con Ervin Guido Toruño, de 32 años, sospechoso de liderar a los “repartidores de muertos", quienes serían los asesinos de dos hombres, cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de una microbús en La Sabana, la madrugada del miércoles pasado.
El director del OIJ, Walter Espinoza, dijo que Guido, de supuesta nacionalidad nicaragüense está relacionado con al menos 10 homicidios. Los agentes judiciales piden a quien lo haya visto o sepa de él, que dé aviso a la delegación más cercana, al 911 o a la línea del OIJ 8008000645.
Uno de los hombres asesinados fue identificado como Frank Alfaro Murillo, de 26 años, quien tenía un balazo en la cabeza y heridas de cuchillo. El otro fallecido era el colombiano Eduard Bedoya Llanos, quien fue decapitado y estaba envuelto en plástico, su cabeza estaba en un maletín.
La Policía se enfrentó a balazos con los seis ocupantes de la microbús el miércoles en la madrugada, al costado noroeste del parque La Sabana, luego de que los oficiales les hicieron la señal de alto por el cruce de la Nissan y los bichos intentaron escapar.
En ese momento, las autoridades capturaron a cuatro sospechosos de apellidos Ávalos, Pérez y Campos, los tres de 21 años, y Alvarado, de 20. Los otros dos sujetos salieron corriendo y lograron huir.
Espinoza comentó que el OIJ hizo un allanamiento en Belén en las cercanías del cruce a San Rafael de Alajuela.
“En la vivienda se encontraron rastros de sangre. Por toda la casa se aplicó luminol y la reacción fue inmediata. Los perros entrenados dieron positivo, ese fue el sitio donde ocurrieron los homicidios y le cortaron la cabeza al colombiano”, dijo Espinoza.
En esa vivienda detuvieron a un hombre de apellido Díaz, conocido como Mara y decomisaron cuatro armas, señaló La Teja.
Además, la noche del miércoles también allanaron una casa en Guachipelín de Escazú. Un colombiano, de apellidos Díaz, fue detenido cuando viajaba en un vehículo, en el que llevaban ¢6 millones en efectivo.
En esa zona se arrestó a un hombre de apellidos Quirós Calero, de 22 años que andaba en un moto y portaba ¢3 millones en efectivo.