Después de un par de días de tregua, los vientos vuelven al área del poderoso incendio Thomas en California, que ya está casi del tamaño de Los Ángeles y que los bomberos combaten en un clima muy seco que poco ayuda.
Este incendio arrasó ya con más de 110.000 hectáreas –unos 1.100 km2 y el área de la ciudad de Los Ángeles es de 1.300 km2– desde que inició el 4 de diciembre y está contenido en 55%, según el departamento de bomberos del estado (Cal Fire).
Es considerado el segundo mayor incendio en el estado desde 1932.
El servicio meteorológico de Estados Unidos emitió una alerta roja "en efecto desde el miércoles por la tarde hasta el jueves por la mañana con ráfagas de viento y baja humedad en las montañas" del área afectada.
Madre y tres de sus hijos mueren en pavoroso incendio de Nueva York
Los bomberos aprovecharon los vientos más débiles de lunes y martes para combatir este voraz incendio, que ya destruyó poco más de 1.300 estructuras.
Cal Fire indicó que el área de mayor preocupación es la acomodada ciudad de Montecito, donde el sábado llovieron cenizas sobre sus secas colinas y mansiones de millones de dólares.
Con todo, Mark Brown, jefe de operaciones en ese organismo, dijo en rueda de prensa que el martes había sido "un día muy productivo" con muchas líneas de contención construidas alrededor del incendio principal y algunos otros focos.
"No podemos bajar la guardia" con la alerta de nuevos vientos pues aunque áreas parecen muy bien pueden "el incendio encuentra una manera de avivarse", indicó.
Solo un incendios ha quemado más superficie en California que Thomas, el Cedar Fire de 2003 con 110.578 hectáreas.
El Congreso de Estados Unidos preparó una partida excepcional de 81.000 millones de dólares para ayudar a los estados afectados por las recientes catástrofes naturales, incluida California, además de Puerto Rico, Texas y Florida.