Vuelve el frío a los Juegos Olímpicos de Invierno
Después de dos olimpiadas con clima tan templado que la gente se preguntaba si era realmente invierno, deportistas visitantes volverán a experimentar un frío en serio en las montañas de Pyeongchang, Corea del Sur, sede de los juegos del 2018.
¿Qué tanto frío hace?
Suficiente como para hacerte lagrimear y congelar la tinta de tu lapicera. Como para que los soldados tengan pesadillas cuando recuerdan su etapa servicio militar en esta región. Tanto que el mes pasado al menos seis personas fueron atendidas por hipotermia después de un concierto al aire libre en el Estadio Olímpico.
“Esperamos que esté mejor en febrero. Pero si es como ahora, va a haber problemas. Está demasiado frío afuera”, comentó Choi Jong-sik, de 64 años, sonriendo sobradoramente con su camisa de manga corta mientras un visitante se saca una capa tras otra de ropa en su restaurante de Pyeongchang.
Los juegos de Vancouver y Sochi, donde los esquiadores acrobáticos aterrizaban en verdaderos pozos de agua más que nieve, fueron muy criticados por las temperaturas templadas que hubo, y lo mismo podría suceder en el 2022 en Beijing. Pero el clima de Pyeongchang va a asombrar a los espectadores y asustar a los organizadores y los deportistas por su inclemencia.
Pyeongchang está casi 800 metros (media milla) sobre el nivel del mar en el noreste de Corea del Sur, no muy lejos de la frontera con Corea del Norte. Es una de las partes más frías del país, con temperaturas a menudo en torno a los -9 grados centígrados (9 Fahrenheit) y un viento fuerte y penetrante.
“Lo único que pueden hacer los extranjeros es lo que hacemos nosotros: Vestirse con muchas capas”, manifestó Nam Sun-woo, un pescador de 60 años. “Poca gente de afuera sabe lo frío que es esto. Es un frío totalmente distinto al que están acostumbrados”.
El frío será seguramente uno de los grandes protagonistas de los juegos de Pyeongchang, junto con el Estadio Olímpico de Hoenggye, que fue muy criticado porque va a ser usado apenas cuatro veces y después demolido.
Un día reciente, ventoso, desde la cima de un edificio vecino de 17 pisos el estadio blanco parece una construcción de Lego destruida. Se encuentra en un llano con montañas detrás. Se lo nota vulnerable, expuesto a las inclemencias del tiempo, pero también transmite una cierta magia cuando el sol se refleja en millones de copos de hielo que sopla el viento.
El viento es brutal y azota también el estadio.
Los organizadores, no obstante, no hicieron nada por proteger a los visitantes. La gente permanecerá cinco horas sentada bajo un frío polar durante las funciones nocturnas. No hay calentadores por ningún lado y las autoridades dicen que ya es demasiado tarde para construir un techo. Un sistema de calefacción central, por otro lado, sería demasiado costoso.
La ceremonia inaugural comenzará a las ocho de la noche, con temperaturas probablemente en torno a los -14 (7 F).
Cuando periodistas de AP visitaron la zona este mes hacían 18 grados C a mitad de la mañana en un hotel cercano al estadio.
“Hace frío y se va a poner más frío todavía. Pero, ¿qué podemos hacer?”, dio Ahn Young Ju,de 36 años y propietaria de un restaurante en la zona. “Nacimos aquí y tratamos de no pensar demasiado en el clima”.
Las temperaturas de Sochi llegaron a los 16 grados C.