Un aterrador acontecimiento le pasó a una chica. ¿Qué ocurrió?, pues su novio le regaló un chanchito de peluche y lo que había dentro se volvió viral en las redes sociales como Facebook.
Ella se dio cuenta que dentro del peluche se encontraba una cámara oculta, esto con el fin de espiarla. Su novio quería saber qué hacía y por eso se le ocurrió colocar una filmadora.
En Facebook se ve la conversación que sostuvo con su amiga, señaló Peru.com
La protagonista de esta historia pensó que era el dispositivo por el cual el muñeco "hablaba", pero se trataba de la cámara, rápidamente le pidió consejos a su amiga y ella le dijo que le terminara.
La consejera estaba aterrada al igual que la novia del regalo, ella dijo que tenía mucho miedo y que eso no es normal. En las fotos de Facebook se puede ver claramente que parece ser una cámara. ¿Realmente lo es?
Contexto:
Esta es la verdadera historia detrás de la foto que circula en Facebook en Navidad
La imagen que circula por Facebook fue tomada en el metro de Medellín, Colombia, por el profesional en este rubro, Jairo Ruiz. Sin embargo, la instantánea no es actual, data del 17 de marzo de 2008 y recién fue publica el 19 de septiembre de 2016.
De acuerdo al responsable de la fotografía, sintió gran extrañeza al ver a un señor de pie, con aspecto campesino, que llevaba una muñeca dentro de un costal.
"Fue tal mi asombro que concentré la mirada para tratar de entender la situación, porque el contraluz no me dejaba ver bien. Detallé y detallé, hasta darme cuenta que no se trataba de una niña, sino una muñeca!”, contó el colombiano.
Al acercarse más al hombre, decidió fotografiarlo, pues le pareció un detalle delicado el que un padre se de el trabajo de cargar la muñeca de su hija o para su hija.
"El señor se dejó fotografiar con tranquilidad y hasta se cuadró para que la muñeca se viera mejor. Entonces le hice las preguntas de rigor: cómo se llamaba, qué hacía, dónde había conseguido la muñeca y para quién la llevaba”.
El hombre se llamaba Pedronel Guzmán, vivía en el barrio Blanquizal y trabajaba como reciclador en el centro de la ciudad.
Lo más curioso de todo y que llamó la atención al fotógrafo es que no llevaba la muñeca para su hija, ni era un regalo de Navidad.
“Vivo con mi esposa. No tenemos hijos. Encontré está muñeca y me pareció muy bonita. Se la llevo a mi esposa, porque sé que le gustan mucho. Ella les hace ropita, las viste y decora la casa con ellas. Después que la lleve me regreso de nuevo para el centro a trabajar”, fue lo que le contó Pedronel al fotógrafo.