A eso de las 10 de la noche del miércoles se recibió una llamada en el Puesto de Mando Unificado de los Bomberos acerca de un incendio en el mercado Oriental. De inmediato se movilizaron varias unidades para confirmar la información que se especulaba hubiese sido en el mismo sector del incendio que se había registrado la mañana.
No hubo necesidad de llegar hasta el lugar para confirmarlo ya que desde kilómetros antes se observaban las enormes columnas de humo, solo que esta vez la tragedia se registraba en el galerón de las carnes.
En escasos minutos un centenar de bomberos de las diversas estaciones se hacían presentes para iniciar con la ardua labor de sofocar las llamas que sin ingresar al punto de origen se hacían notar con fuerza. Como siempre, el problema del acceso, dificultó que los camiones pudieran ingresar a una mayor cercanía; además del problema de los hidrantes que estaban desaparecidos por los tramos que literalmente se los han tragado cuando hacen sus construcciones.
El incendio consumía todo a su paso, el galerón crujía cada vez más por el metal que se calentaba cada segundo que pasaba. En cuestión de minutos los apaga fuegos se quedaron sin agua; pero de inmediato la alcaldía de Managua y ENACAL se dispusieron a enviar cisternas para que el abastecimiento fuera el suficiente como para acabar con las enormes llamas que no daban tregua.
En el lugar se respiraba nada más que el humo que emanaba de todo lo que se quemaba. En poco tiempo los dueños de los tramos de este sector, dígase las carnes y tramos de ropa que se ubican en los costados del galerón, empezaron a llegar. Entre lágrimas y gritos unos veían cómo toda su inversión se reducía a cenizas; mientras que otros a como podían sacaban lo que podían para minimizar las pérdidas en caso de que las llamas llegaran hasta sus locales.
Además de los apaga fuegos se presentaron de la unidad de búsqueda y rescate así como centenares de agentes de la policía nacional para mantener el orden y evitar que los amigos de lo ajeno trataran de hacer de las suyas.
Por más de dos horas se luchó con este siniestro que amenazaba con hacer colapsar el techo del galerón, por lo que los oficiales se dispusieron a evacuar a todas las personas que se encontraban dentro del rango del peligro.
El arduo trabajo rindió sus frutos ya que se logró contener el incendio y poco a poco se logró apagar por completo. La alcaldía de Managua también hizo presencia para iniciar la evaluación de los daños en conjunto con los bomberos y la Policía Nacional, lo que igual servirá para determinar cuáles fueron las causas que provocaron estas millonarias pérdidas, tanto a comerciantes como a la comuna que ahora deberá reconstruir este lugar tan cotizado por cientos de miles de personas que visitan a diario el centro de compras más grandes de Centroamérica.