Un tren de la compañía Amtrak con más de 300 personas a bordo ha descarrilado en Savannah, EE.UU. El canal WOTC informa de que una tormenta invernal afectó las vías y provocó que un cambio de agujas se congelara.
No obstante, el cambio de agujas se accionó inesperadamente, algo que causó el descarrilamiento de varios vagones de la parte trasera del tren. Uno de los pasajeros asegura que "las cosas están tranquilas" y que "no ha habido ningún anuncio de evacuación".
Combaten incendio en residencia de la familia Clinton en Nueva York
Policías, equipos de bomberos y personal de emergencias médicas llegaron al lugar de los hechos. Según la información preliminar no hubo heridos entre los 311 pasajeros que viajaban en el tren. Se informa de que al menos uno de los vagones descarrilados era de equipaje.
#BREAKING: SCMPD confirms an Amtrak derailment in Savannah, first responders in scene now, working on more details pic.twitter.com/dqTcAMb3CB
— Shelbey S. Roberts (@ShelbeyRoberts) January 4, 2018
En contexto
EE.UU: El frío crea un paraíso invernal en cataratas del Niágara
En las cataratas del Niágara, la ola de frío polar que azota parte de Estados Unidos puede verse además de sentirse.
La fina lluvia que se desprende de las caídas de agua se congeló de inmediato sobre todo lo que toca, tiñendo árboles, sendas peatonales, acantilados y miradores de un blanco radiante. La recompensa para los visitantes que consiguen hacer frente a las gélidas temperaturasson las fotografías y selfies en un paraíso invernal.
"Es espectacular. Aunque haga frío, es una atracción durante todo el año”, dijo Paul Tabaczynski, natural de Buffalo y residente en Texas, durante una visita el martes.
Aunque todo alrededor a su alrededor está helado, el agua sigue fluyendo y creando una fina llovizna en las tres cascadas que conforman la turística frontera natural entre Estados Unidosy Canadá. El viento del oeste suele soplar hacia el lado estadounidense, explicó el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Steven Welch, donde la humedad viste cada centímetro del paisaje de blanco.
"¡No siento los pies!", dijo Keila Cruz, de 12 años, a su padre, Jonathan, mientras ella y una docena de familiares entraban al centro de visitantes del parque nacional durante un viaje desde Deltona, en Florida.
"Todavía no hemos salido”, señaló Jonathan Cruz. La familia había caminado apenas 200 metros (yardas) desde un estacionamiento cercano, pero con temperaturas bajo cero y rachas de viento de cerca de 65 kilómetros por hora (40 millas por hora), el grupo necesitó entrar en calor antes de aventurarse hacia las cascadas.