Hace unos años, Larry Molnar, profesor de Calvin College, predijo que lo que parecía ser una estrella pulsante, KIC 9832227, era en realidad dos estrellas, orbitando rápidamente entre sí en un curso de colisión.
Molar incluso se atrevió a pronosticar que las dos estrellas chocarían entre sí alrededor del año 2022, creando una explosión súper brillante que por un breve tiempo eclipsará a la mayoría de las otras estrellas en el galaxia.
El choque
Molnar sostiene en un artículo que en el momento en que estas estrellas choquen entre sí, morirán y, al hacerlo, liberan una enorme cantidad de luz y energía conocida como nova roja, lo que aumentará el brillo de la estrella en diez mil veces.
En ese momento, será visible como parte de la constelación Cygnus y el patrón estelar de la Cruz del Norte.
Si la predicción de Larry es correcta, su proyecto demostrará por primera vez que los astrónomos pueden capturar ciertas estrellas binarias en el momento de morir, y que pueden rastrear los últimos años de una espiral estelar de la muerte hasta el punto final.
En contexto
Por otro lado, la estella de Tabby, también conocida como la más misteriosa del Universo por sus incomprensibles cambios de brillo, no estaría orbitada por una megaestructura alienígena, sino que sus cambios de brillo podrían deberse simplemente a cúmulos de polvo.
Un equipo de más de cien investigadores, dirigidos entre otros por la profesora Tabetha Boyajian de la Universidad Estatal de Luisiana (EE.UU.) considera que los nuevos datos conocidos "desacreditan" la teoría de la civilización extraterrestre, según publica hoy The Astrophysical Journal Letters.
KIC 8462852, aunque Boyajian la ha apodado como "la estrella de Tabby", es aparentemente una estrella promedio. Un 50 % más grande y mil grados más caliente que nuestro sol, que se ubica a más mil años luz en la constelación del Cisne.