Kabul, 5 ene (EFE).- Autoridades afganas revelaron hoy que los 13 muertos ayer en un atentado suicida en Kabul eran policías y que las fuerzas de seguridad custodiaban una manifestación de apoyo a un traficante de drogas local cuando el atacante se inmoló.
Un portavoz del Ministerio del Interior afgano, Nasrat Rahimi, desglosó en una comparecencia de prensa en Kabul el último balance de víctimas, con 13 policías muertos, dos más que los anunciados ayer, y una reducción de los heridos, 18 frente a los 25 anunciados antes por el Ministerio de Salud Pública, dos de ellos civiles.
Por su parte, el jefe de Policía de Kabul, Mohamad Salim Ehsas, explicó que las fuerzas de seguridad estaban vigilando una manifestación en apoyo a un traficante local, conocido como Husain, que resultó herido en una reciente operación policial, que acabó además con la muerte de un guardaespaldas del capo de la droga.
«En la protesta traficantes de drogas y tenderos que venden drogas llevaron el cadáver del guardaespaldas de Husain y cortaron la carretera al tráfico», anotó el jefe de la Policía.
A continuación la Policía «acordonó el área para proteger a los manifestantes» y fue entonces cuando el atacante suicida detonó los explosivos que portaba en el lugar donde estaban las fuerzas de seguridad, matando a los 13 policías, concluyó Ehsas.
La Policía había iniciado hace dos semanas una campaña contra la venta de drogas en Kabul, que condujo a la detención de seis comerciantes y al cierre de 24 tiendas.
En los últimos meses, los narcóticos y especialmente el opio han estado en el radar de las fuerzas afganas y estadounidenses, que en noviembre atacaron por primera vez una fábrica de drogas de los talibanes.
Según datos de las fuerzas estadounidenses, los insurgentes ganan anualmente unos 200 millones de dólares de la venta de droga, al tiempo que la producción de opio creció un 87 % durante 2017 hasta alcanzar un volumen estimado de 9.000 toneladas, según un informe del Gobierno afgano y de la ONU.
Desde el final de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos. EFE