Este lunes 15, el gran activista y heroico defensor de los derechos civiles Martin Luther King Jr. hubiera cumplido 88 años. Pero fue asesinado alevosamente hace medio siglo, un 4 de abril de 1968, cuando Luther King Jr. solo tenía 39 años de edad, en Memphis, Tennessee, por un fanático b, James Earl Ray.
Toda la nación rinde homenaje este mismo lunes al líder afro–estadounidense que encabezó un formidable movimiento de lucha pacífica contra la segregación y la discriminación racial en el país. Gracias a su activismo se registraron grandes avances en esos temas.
En 1963 llegó a encabezar la Marcha a Washington que terminó frente al Capitolio federal. Allí, frente a la mayor protesta pacífica de la historia, que reunió a más de 250,000 personas, Luther King Jr, pronunció su célebre discurso “Yo Tengo un Sueño” (I Have a Dream), en la que hizo una cerrada defensa de la igualdad racial y los derechos de la persona humana a vivir en libertad, dignidad y justicia.
Su labor fue premiada un año después cuando el 14 de octubre de 1964 recibió el Premio Nobel de la Paz. Hasta ahora es la persona más joven en haber recibido esta distinción.
En la región
Una serie de homenajes se realizaron esta semana en homenaje a Martin Luther King Jr. El lunes 8, el presidente Donald Trump firmó una orden para crear un nuevo parque nacional histórico que lleva el nombre del activista y que se encuentra en el estado de Georgia.
La ley fue patrocinada por el representante demócrata John Lewis, de Georgia, también un reconocido líder por los derechos civiles.
La firma de la legislación tuvo lugar en el avión presidencial Air Force One. Al lado del presidente estuvo Alveda King, sobrina de Martin Luther King Jr.
“A través de su vida y su trabajo, el Dr. Martin Luther King Jr. hizo un Estados Unidos más justo y libre. Este importante parque histórico habla sobre su historia, y esta ley ayudará a que esta historia siga siendo conocida por las futuras generaciones”, señaló un portavoz de la Casa Blanca.
También la Conferencia de Obispos Católicos en Estados Unidos, a través de su presidente el cardenal Daniel DiNardo, de Galveston-Houston, se sumó a los homenajes.