Xiomara Blandino se ha ganado el corazón de los nicaragüenses desde corta edad. Ha sido modelo de esfuerzo, trabajo y dedicación. Así también un ejemplo de que la belleza va acompañada de muchas virtudes como: Educación, seguridad, amor propio y principios, características que han ganado a la mayoría de jóvenes del país.
Blandino hace poco anunció su separación con el cantante Mario Sacasa, ellos decidieron casarse en el año 2009 y fruto de su amor nacieron dos bellos hijos quienes aseguran seguirán disfrutando de su amor y cariño.
El público nicaragüense que ahora tiene más acceso a las plataformas sociales no ha dudado en ''opinar'' sobre la situación actual de Xiomara. Son miles los comentarios que se leen en las publicaciones de Blandino, donde muchas personas adjuntan su crítica o parecer sobre las decisiones que Blandino ha tomado en cuanto a su vida personal. El problema de las ''apreciaciones'' de unas cuantas personas son que, en vez de dar su punto de vista sobre una decisión, se convierten en jueces tratando de decidir por el destino de un imputado.
Es por eso que Xiomara decidió alzar su voz el día de hoy a través de una publicación en Facebook: ''En los últimos meses he sido víctima de acoso cibernético, he recibido cualquier cantidad de críticas e insultos, y estoy segura de que no van a parar hasta que se aburran, lamentablemente el ser humano y principalmente las mujeres son quienes más me han atacado, juzgando mi integridad, han hecho burla del dolor de otra mujer, he visto y leído algunos de sus comentarios negativos en los que solo se puede ver un reflejo de las carencias de estas personas que han utilizado este medio para reproducir odio'', agregó Blandino.
La agresión cibernética va en aumento y cada vez tiene diferentes formas de manifestarse. No solo las amenazas; sino también el desprestigio, la discriminación, el acoso, la extorsión y la difusión de información personal. El maltrato virtual existe y cada día es más evidente. Y lo más preocupante es que es tan frecuente que se ha normalizado, la violencia a través de redes sociales en contra de mujeres y niñas genera consecuencias psicológicas, emocionales y sociales para las víctimas y limita, además, el pleno uso, goce y disfrute de sus derechos humanos.