Los síntomas de las alergias y resfriados son tan parecidos que suelen confundirse entre sí. En ambos casos se presentan estornudos, tos, congestión o goteo nasal, por lo que a menudo nos vemos atrapados en el dilema de no estar completamente seguros sobre lo que nuestro cuerpo se encuentra experimentando realmente.
Para hacer el asunto más sencillo, te contamos algunas claves para diferenciar un resfriado de una alergia, con la finalidad de que cada condición reciba un tratamiento apropiado.
Claves para diferenciar un resfriado de una alergia
Identifica en qué momento del día aparece la tos… ¿en la mañana, tarde o noche?
Aunque la tos en ambos casos se presenta de manera muy parecida, seca y persistente, hay un elemento que nos puede servir para diferenciar un resfriado de una alergia, y es contestando ¿cuándo ataca la tos con mayor intensidad? Esto nos lleva a la primera clave: de acuerdo a especialistas, la tos alérgica suele empeorar en horas de la noche.
Lo que te encuentras sintiendo es, ¿dolor o comezón en la garganta?
Ambos síntomas son tan irritantes, que dependiendo del estado de salud en el que te encuentres puede resultar complicado distinguir una cosa de la otra, separar el dolor de la comezón. Las alergias severas producen cierta incomodidad en la garganta, pero no dolor con la deglución como ocurre con los resfriados, que tratándose de virus que afectan las vías respiratorias, esta se convierte en una de sus manifestaciones.
Chequea los niveles de energía
En las primeras etapas de la gripe sentimos dolores articulares, de cabeza en algunos casos, y goteo nasal. Además de ello aparece la fatiga, esa sensación de agotamiento no habitual que nos limita con el cumplimiento de las actividades diarias y que nos hace desear mantenernos en cama abrigados de pies a cabeza.
Por lo demás, para diferenciar un resfriado de una alergia, vigila cómo te encuentras de energía. Si está baja sin que haya exceso de trabajo, tal vez esto sirva para ir descartando la otra posibilidad.
Las estaciones del año también son claves para diferenciarlas
Fiebre del heno, rinitis alérgica estacional o simplemente alergia estacional, es como se denomina a las alergias que se producen en ciertas temporadas del año, sobre todo en aquellas donde las plantas liberan el polen y el moho sus esporas (primavera, verano y otoño). Considerando esto, es posible predecir cuándo y por qué se producen estos malestares a fin de tomar medidas preventivas con un médico si cuentas con antecedentes alérgicos.
Monitoriza la temperatura corporal
El aumento de la temperatura corporal está asociado a las infecciones, gripes o resfriados, por tanto no es una característica propia de las alergias. Es en este caso que diferenciar un resfriado de una alergia es tan práctico como palpar el cuello para captar la sensación térmica del cuerpo, o más confiable aún, usar un termómetro para detectar si hay fiebre.