Fuente: Diario Chaco
La Federación de Fútbol Australiano autorizó a Hanna Mouncey, una mujer transexual, a participar en el campeonato nacional femenino de segunda división, según anunció la propia futbolista este miércoles.
Hanna Mouncey, que en el pasado jugó al handball, había visto cómo su petición de inscripción para el draft de la liga femenina semiprofesional de fútbol australiano (AFLW) había sido rechazada. Varios clubes habían mostrado su interés por hacerse con los servicios de esta jugadora de 1,90 metros.
La AFLW había motivado su decisión de rechazar la solicitud de inscripción para el draft de Hanna Mouncey aludiendo a su potencia física.
"Celebro la decisión y espero jugar esta temporada", celebró Hanna Mouncey en su cuenta de Twitter.
Aunque aplaudió la decisión, se negó a dar las gracias a la Federación: "No daré las gracias a la federación, creo que sería totalmente inapropiado hacerlo por autorizarme a hacer algo que cualquier australiana puede hacer", precisó.
Hanna Mouncey comienza a tener revancha dentro del futbol. La jugadora transexual fue autorizada por la Federación de Futbol Australiano para competir dentro del campeonato nacional femenino de segunda división a partir de esta temporada.
Fue la propia atleta quien dio a conocer la noticia por medio de sus redes sociales, la cual no dudó en celebrarlo luego de que hace un par de meses intentó ser parte del draft de la liga femenina semiprofesional, pero fue rechazada debido a su complexión física.
“Así que después de todo eso, adivina quién puede jugar futbol”, fueron las primeras palabras de Mouncey por medio de sus redes sociales.
“Doy las gracias de todo corazón a aquellos que me apoyaron durante este tiempo, no lo haré y creo que sería inapropiado para mí agradecer a la AFL por permitirme hacer algo abierto a todos los demás australianos”, explicó la jugadora que llama la atención por su estatura de 1.90 metros.
La historia de Mouncey, siempre estuvo ligada a los deportes, ya que antes de cambiar de genero jugaba handball, inclusive fue parte de la selección de Australia que buscaba la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero decidió no terminar el proceso para comenzar con su tratamiento hormonal.