LA PAZ, Bolivia (AP) — La policía boliviana desactivó la víspera un explosivo hallado en el baño de un hotel en Oruro, ciudad que hace una semana fue sacudida por dos explosiones provocadas que dejaron 12 muertos y 60 heridos, informó el domingo el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“Se trata de un pequeño explosivo; una dinamita de 5 centímetros de largo por 2,5 de diámetro, de esas que se usa en manifestaciones (callejeras). La dinamita fue arrojada al baño, no estaba activada”, dijo Romero en declaraciones al canal estatal.
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Además, el funcionario corroboró que en la primera detonación ocurrida el sábado pasado se usó explosivo atado al carrito metálico de una vendedora ambulante de comida.
Había duda sobre esa explosión que inicialmente fue atribuida al estallido de un botellón de gas licuado por mala manipulación de la vendedora, quien resultó muerta junto a cuatro miembros de su familia el sábado cuando Oruro, en el occidente del país, festejaba un tradicional desfile de bailes folclóricos por carnaval.
La segunda explosión _ocurrida tres días después de la primera_ fue provocada por 3 kilos de dinamita a 70 metros del puesto de la vendedora de comida, confirmó la policía.
“Alguien ha colocado los explosivos”, dijo Romero y aseguró que las investigaciones están avanzadas pero que no han llegado al punto de identificar a los autores y los móviles. “No hay detenidos”.
“Son dos hechos (explosiones) sin precedentes en el país y las investigaciones son complejas pero estamos avanzando”, indicó.
Oruro, a 190 kilómetros al sur de La Paz en la región del altiplano andino, es una ciudad minera donde la dinamita tiene venta libre para los mineros.
Las explosiones no tienen precedentes en la historia reciente del país y tienen lugar unos días antes de una movilización nacional convocada por la oposición para el 21 de febrero para rechazar la anunciada postulación a un cuarto mandato en las elecciones de 2019 del presidente Evo Morales, en el poder desde hace 12 años.
También los partidarios del mandatario anunciaron marchas a favor de Morales ese día en el que se cumple dos años de un referendo que negó al mandatario la opción de una nueva postulación.
