Los problemas en los pulmones son pocos comunes y estos aparecen en muchas ocasiones por descuidos. Uno de ellos por ejemplo es la acumulación de líquido en pulmones, la cual se conoce también en términos médicos, como edema pulmonar. Esta acumulación de líquido puede producirse tanto en un corto lapso de tiempo, como en un periodo más extenso.
Si esto sucede en un plazo corto, se suele denominar como edema pulmonar agudo, y puede representar un serio peligro para la vida de la persona que lo sufre; tratándose como un caso de urgencia médica; ya que la capacidad respiratoria se verá seriamente afectada.
¿Por qué se llenan de agua los pulmones?
Antes que nada, debemos de observar los factores que pueden provocar cierta propensión a que los pulmones se llenen de agua. Aquellas personas que llevan un estilo de vida poco saludable, sedentario, que suelen fumar en exceso, ingerir alimentos con altas cantidades de sal, quienes padecen de hipertensión, sufren de problemas cardíacos o cuentan con antecedentes en su familia de personas que los hayan sufrido; todos estos son factores que pueden producir un edema pulmonar (por consiguiente, que los pulmones se llenen de agua).
Estos factores antes mencionados, continuamente provocan que las arterias encargadas de transportar la sangre al corazón se vean afectadas en su salud y tamaño, por lo que el líquido que antes circulaba con normalidad por ellas, pasará a hacerlo de manera lenta y en menor cantidad, afectando la correcta oxigenación de los órganos del cuerpo. Además, el corazón, con el paso del tiempo, también pasará a no trabajar con normalidad.
Al producirse esta insuficiencia cardíaca, desencadenará un aumento en la presión en los pulmones, provocando que se filtre líquido y afecte a los bronquios, alvéolos y pulmones, los cuales se llenarán de agua. De ahí que cuando una persona sufre de edema pulmonar, el síntoma principal es dificultad para respirar o una constante sensación de agotamiento.
– Insuficiencia renal: Los riñones son los órganos del cuerpo humano encargados de limpiar la sangre y desechar toxinas y otros elementos por medio de la orina. Cuando sufrimos de alguna infección en los riñones; o bien, formación de cálculos (pequeñas piedras), su funcionamiento dejará de ser el mismo, por lo que el líquido que estos trabajan puede ser enviado a otras partes del cuerpo, sobre todo a la zona de los riñones (debido a su cercanía).
– Algunas infecciones respiratorias: Ciertas infecciones que no se tratan a tiempo, o adecuadamente, pueden provocar una insuficiencia respiratoria y que los pulmones se llenen de agua. Cualquier tipo de infección en el sistema respiratorio debe ser tratada lo antes posible, para evitar cualquier tipo de complicación. Así mismo, debe evitarse inhalar ciertas sustancias que resultan tóxicas para nuestro organismo, como amoniaco, cloro, entre otras.
– Edema linfático: El sistema linfático es el encargado de tomar fluidos de diversos tejidos y órganos del cuerpo humano mediante una sustancia denominada “linfa”, la cual los traslada hasta los ganglios linfáticos, limpiando y filtrando dichos fluidos. En ocasiones, los deshechos de estos fluidos se adhieren a las venas y bloquean el correcto tránsito de sangre y líquido, por lo que éste puede acumularse en los pulmones.
– Existen otras razones por las que los pulmones se nos pueden llenar de agua; sin embargo, son menos comunes, por ejemplo, ciertas reacciones alérgicas, principalmente frente a medicamentos, hemorragia en el cerebro, sobredosis por ciertas drogas como cocaína y heroína, o ascenso a un área geográfica bastante elevada sobre el nivel del mar.