Lo contrario a la infidelidad es la confianza y varias parejas pueden admitir que en su relación existe y gracias a ello continúan juntos.
No siempre se tiene la suerte de contar con alguien que llene todas las expectativas y además permita llevar adelante una convivencia sana, agradable y en la que ambos se sientan cómodos.
Los buenos hombres existen, sí, esos que no te harían daño y sobre todo, que no tienen la mayor intención de engañarte.
Ellos guardan ciertas características que los identifican y han demostrado, de muchas maneras, que puedes confiar en ellos. Veamos qué les hace distinto de un hombre infiel.
– En primer lugar es alguien que prefiere no mantener secretos con su pareja. Comprende que puede confiar en la persona que ha estado a su lado y revelar incluso las cosas más importantes, molestas y delicadas. Por tanto mantiene una buena comunicación, trata de dejar las cosas claras, no inventa, no te oculta las situaciones, es más las comparte porque valora el aporte del otro.
– Después de una prueba de confianza tan grande como la anterior, tenemos a aquellos hombres que siempre comparten el tiempo con su chica. Ellos prefieren ser parte de sus gustos, hobbies, intereses, etc.
– Hablar del pasado es otra característica de estos prospectos que probablemente nunca te van a engañar. Para ellos, como dijimos al principio, no hay secretos. No temen contar sobre sus amores pasados, experiencias negativas, problemas y otros detalles. Lo que quiere es convertirse en un libro abierto.
– Si tu novio sabe mantener una amistad, felicidades ese es el tuyo. Las personas así promueven la calidez, confianza y cariño. Son oídos, hombros para llorar, apoyo moral y todo lo demás que usualmente el mejor amigo haría.
Así que ya sabes, no todo está perdido. Hay hombres que entienden cuán grande es el daño que cometen al engañar a su persona favorita. Si el tuyo tiene un comportamiento así, es el ideal.